Transparencia, el nombre del juego
Para muchos mexicanos, estar en el gobierno es sinónimo de robar.
Son muchos los casos que hemos presenciado y otros de los que no tenemos ninguna idea, de políticos que resultan que han metido mano en las arcas públicas y las han sacado llenas.
Desde los tiempos de Miguel Alemán, allá en el sexenio de 1946-1952, que es recordado porque para todos había, decían que robaba, pero también dejaba robar. Ya después vino Adolfo Ruiz Cortines, hombre honesto como pocos, a darle un giro a la corrupción que se había vivido en el gobierno de su antecesor.
Después vinieron los años 70 y 80, Luis Echeverría, José López Portillo, donde se dieron gusto algunos funcionarios, basta recordar al Arturo “Negro” Durazo y su Partenón en Ixtapa.
Y por si fuera poco, el sexenio pasado de Enrique Peña Nieto se caracterizó por los casos de los gobernadores César Duarte y Javier Duarte, la Casa Blanca, el escándalo de Odebrecht, la Estafa Maestra, esta última destapada por un medio de comunicación independiente, Animal Político.
Es por eso que la gente está harta de los políticos y de su manera de convertirse en una nueva clase social, muy pudiente, demasiado pudiente.
Por eso es importante que los gobiernos se apliquen en transparentar la gestión pública y responder a sus patrones, los ciudadanos.
Hace unos días, Milenio León publicó unas irregularidades en el Zoológico León que investiga la Contraloría. Es clave darle transparencia a los manejos y sobre todo a los consejos ciudadanos que participan, supuestamente, para vigilar a los funcionarios.
La intención del alcalde de León, Héctor López Santillana, es combatir estos actos de corrupción y la Contraloría tiene varios frentes abiertos. Hace unos días el titular de esa oficina, Leopoldo Jiménez Soto, dijo que no tienen suficientes auditores para realizar el trabajo de manera más eficiente. Pero la voluntad se agradece. Son tantas las decepciones que dan los políticos de todos los partidos, que es necesario acabar con la corrupción.
En el plano federal, esa es una de las principales banderas del presidente Andrés Manuel López Obrador, sin embargo el artículo 61 de la Ley Federal de Austeridad Republicana establece que los ahorros obtenidos por la aplicación de medidas de austeridad serán destinados al titular del Poder Ejecutivo, quien decidirá en qué aplicarlos.
Algo así como resucitar la extinta Partida Secreta de la que disponía Carlos Salinas de Gortari en su gobierno y esta es mucho mayor. López Obrador se alteró y pidió que no lo compararan con Salinas, en la tradicional conferencia mañanera.
No hagas cosas buenas que parezcan malas, reza el dicho.
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