El fin del dominio del fútbol
El fútbol ha dominado el negocio del deporte en el mundo durante casi 80 años. El secreto de la universalidad del balompié radica en su fácil entendimiento del juego: un balón, dos porterías, dos equipos de once jugadores y gana quienanota más goles, con algunas reglas adicionales como el fuera de juego o mano dentro del área.
Otros deportes como basquetbol, tenis, golf, atletismo, gimnasia o natación están lejos de los números que arroja el fútbol como negocio. No tienen los 211 países afiliados a FIFA y sus torneos internacionales están lejos de generar las ganancias de la Copa del Mundo.
El fútbol creció de la mano de la televisión como herramienta fundamental para llevar a los hogares los torneos nacionales y el mundial. De 1970 a 2014, televisión y fútbol dominaron el planeta tierra en la difusión de la Copa del Mundo desde las eliminatorias hasta la etapa final en el país sede.
Pero el cambio de generaciones, usos y costumbres además de tecnologías, hace que los actuales niños y adolescentes pongan su mira en una nueva forma de competir, con el agregado de que no necesita ser atleta para ser súper estrella, se trata de los E-Sports, o juegos electrónicos.
Desde el año 2000 han irrumpido de la mano del Internet y ha comenzado a igualar o superar el número de asistentes a arenas o estadios en todo el mundo. Lo mismo en Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Alemania, Brasil o Australia.
En los juegos electrónicos lo mismo se compite en fútbol que juegos de estrategia de guerra o mundos dimensionales alternos.
Los E-Sports están creciendo en audiencias a mayor ritmo que el fútbol, los patrocinios están trasladándose hacia el lnternet y lo más importante: las audiencias se están entreteniendo más con juegos electrónicos que los partidos de fútbol.
La final de la Liga de Campeones de Europa o la final del fútbol mexicano entre León y Tigres no están aportando a que los jóvenes pongan atención en el fútbol.
Cadenas como ESPN empiezan a dedicar más espacios a la llamada Liga de Leyendas en la cual compiten equipos de todo el planeta y los jugadores tienen fama más rápido en comparación con un futbolista.
Si el balompié no hace cambios radicales para mejorar el espectáculo y definir al equipo ganador en un partido, además del fin del dominio de la televisión como el medio que controlaba los contenidos de imagen en el mundo, FIFA, las confederaciones, ligas y equipos de fútbol vivirán la caída progresiva de audiencias e ingresos económicos.