El Barómetro de Juventud y Género 2019, una investigación del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad ha revisado la percepción sobre identidad de género, relaciones afectivas, estereotipos y desigualdades. El barómetro se aplica cada dos años a un panel online de 1224 chicos y chicas entre 15 y 29 años.
En esta segunda edición los datos recogidos son esperanzadores, «Los resultados nos diccen que , por lo general, los y las jóvenes parecen cada vez más concienciados con la equidad», afirma la directora general de Fad, Beatriz Martín Padura. En el año 2017 se consideraba feminis
ta el 34,8% de la población joven entre 15 y 29 años, mientras que en 2019 el porcentaje asciende al 49%, casi la mitad.
Pautas de control
No tan esperanzadores son, sin embargo, los datos recogidos sobre el incremento en las pautas de control. «Mirar el móvil de la pareja si piensas que te está engañando» es una afirmación que ha aumentado del 14.5% al 16,5% entre los chicos. Respecto a los celos el 25% de los chicos considera «normal que existan ya que son una prueba de amor». Todas estas afirmaciones descienden entre las chicas.
Desde la Fad remarcan la necesidad de terminar con comportamientos de control sobre la pareja o la presión social que sufren mucho más ellas que ellos.
Presión social
Las diferentes percepciones de la presión social que sienten ellos y ellas encuentran relación con los distintos estereotipos que manejan sobre a feminidad y la masculinidad.
Mientras la imagen de ellas se asocia a la ternura, el esfuerzo, el trabajo, la responsabilidad y la prudencia, la iamgen del hombre se hace más con la proactividad y la acción.
Las mujeres sienten más presión que los hombres en todos los ámbitos, excepto en «tener éxito para ligar» y «éxito en las redes sociales». La mayor presión se percibe en el éxito laboral y académico (56% de las chicas frente al 46% de ellos).
Discriminación por género
La discriminación por géner
o sigue siendo uno de los datos más preocupantes. La mitad de las chicas ha padecido discriminación por género, frente a menos del 20% de los chicos. Situaciones inadmisibles en las que influye de manera clara el entorno familiar, educativo y social. El 30,2% de chicos consideraba en 2017 inadmisibles «los piropos por la calle», en 2019 solo el 28% lo cree, frente al 36,8% de ellas.
El acceso a puestos de responsabilidad y en la posibilidad de conciliar vida familiar y profesional sigue siendo el ámbito donde se registra mayor diferencia entre mujeres y hombres, con más de 20 puntos porcentuales de diferencia. Uno de cada dos jóvenes considera que la situación de las mujeres es peor o mucho peor que la de los hombres cuando se trata de los salarios, percepción mucho más alta en las chicas, el 62%.
Además el porcentaje de jóvenes que creen que el trabajo de las madres fuera del hogar puede resentir la vida familiar, y que las mujeres prefieren crear un hogar y tener hijos en vez de mantener un trabajo profesional sigue aumentando.
Los cambios sociales son lentos. Estos datos ponen de manifiesto los puntos más signitficativos de una juventud que camina hacia el feminismo, pero que aún le queda mucho por recorrer.
El Barómetro de Juventud y Género 2019, una investigación del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad ha revisado la percepción sobre identidad de género, relaciones afectivas, estereotipos y desigualdades. El barómetro se aplica cada dos años a un panel online de 1224 chicos y chicas entre 15 y 29 años.
En esta segunda edición los datos recogidos son esperanzadores, «Los resultados nos diccen que , por lo general, los y las jóvenes parecen cada vez más concienciados con la equidad», afirma la directora general de Fad, Beatriz Martín Padura. En el año 2017 se consideraba feminis
ta el 34,8% de la población joven entre 15 y 29 años, mientras que en 2019 el porcentaje asciende al 49%, casi la mitad.
Pautas de control
No tan esperanzadores son, sin embargo, los datos recogidos sobre el incremento en las pautas de control. «Mirar el móvil de la pareja si piensas que te está engañando» es una afirmación que ha aumentado del 14.5% al 16,5% entre los chicos. Respecto a los celos el 25% de los chicos considera «normal que existan ya que son una prueba de amor». Todas estas afirmaciones descienden entre las chicas.
Desde la Fad remarcan la necesidad de terminar con comportamientos de control sobre la pareja o la presión social que sufren mucho más ellas que ellos.
Presión social
Las diferentes percepciones de la presión social que sienten ellos y ellas encuentran relación con los distintos estereotipos que manejan sobre a feminidad y la masculinidad.
Mientras la imagen de ellas se asocia a la ternura, el esfuerzo, el trabajo, la responsabilidad y la prudencia, la iamgen del hombre se hace más con la proactividad y la acción.
Las mujeres sienten más presión que los hombres en todos los ámbitos, excepto en «tener éxito para ligar» y «éxito en las redes sociales». La mayor presión se percibe en el éxito laboral y académico (56% de las chicas frente al 46% de ellos).
Discriminación por género
La discriminación por géner
o sigue siendo uno de los datos más preocupantes. La mitad de las chicas ha padecido discriminación por género, frente a menos del 20% de los chicos. Situaciones inadmisibles en las que influye de manera clara el entorno familiar, educativo y social. El 30,2% de chicos consideraba en 2017 inadmisibles «los piropos por la calle», en 2019 solo el 28% lo cree, frente al 36,8% de ellas.
El acceso a puestos de responsabilidad y en la posibilidad de conciliar vida familiar y profesional sigue siendo el ámbito donde se registra mayor diferencia entre mujeres y hombres, con más de 20 puntos porcentuales de diferencia. Uno de cada dos jóvenes considera que la situación de las mujeres es peor o mucho peor que la de los hombres cuando se trata de los salarios, percepción mucho más alta en las chicas, el 62%.
Además el porcentaje de jóvenes que creen que el trabajo de las madres fuera del hogar puede resentir la vida familiar, y que las mujeres prefieren crear un hogar y tener hijos en vez de mantener un trabajo profesional sigue aumentando.
Los cambios sociales son lentos. Estos datos ponen de manifiesto los puntos más signitficativos de una juventud que camina hacia el feminismo, pero que aún le queda mucho por recorrer.