El conocimiento es complejo
Las cosas se pueden ver con simpleza, y está bien, es una dimensión que hay que incluir, pero la unidad del saber es multidimensional y por ello mismo se hace complejo.
Al enseñar debemos contemplar que cada asunto, situación, persona o concepto implican muchas dimensiones, como la sociedad misma que puede ser vista desde la perspectiva histórica, la económica, la sociológica, la religiosa o la política.
Una correcta enseñanza debe identificar esta multidimensionalidad de las cosas y saber compaginar la información entre sí, pues tanto se pueden aislar sus partes o unirlas al antojo del observador.
El poder identificar las partes de un todo y analizarlas sin perder la visión, de una u otra, es complejo, pero mucho más enriquecedor que lo contrario. Morín pone el siguiente ejemplo: “la dimensión económica, está en interetroacciones permanentes con todas las otras dimensiones humanas; es más, la economía conlleva en sí, de manera holográmica: necesidades, deseos, pasiones humanas, que sobrepasan los meros intereses económicos”.
La vida no la queremos hacer más compleja de lo que ya de por sí es, ni tampoco creer falsamente que las cosas simples y sencillas son la realidad, en términos de buscar la calidad de vida, puede ser viable una vida sencilla. Pero en función del conocimiento, que es el tema que estamos tratando, las cosas son más complejas de lo que parecen. Y es así como debemos de buscar hacer simple lo complejo y entender lo multidimensional de lo que parece sencillo.
“Complejo es lo que está tejido junto, y se hace más complejo cuando son inseparables los elementos diferentes que constituyen un todo”: nos aclara E. Morín.
“Un conocimiento que más bien es interdependiente, interactivo e inter-retroactivo entre el objeto de conocimiento y su contexto, las partes y el todo, el todo y las partes, las partes entre ellas. Por esto, la complejidad es la unión entre la unidad y la multiplicidad. Los desarrollos propios a nuestra era planetaria nos enfrentan cada vez más y de manera cada vez más a los ineludibles desafíos de la complejidad”.
De aquí la gran importancia que tiene el promover en las escuelas una inteligencia general que tome en cuenta el contexto de los temas, su complejidad y desde luego las implicaciones multidimensionales para tener una concepción global más completa.
La misma exigencia que vivimos en el mundo actual, nos conduce a darle más empuje al desarrollo de nuestra inteligencia que al cúmulo de conocimientos e información. Las nuevas generaciones requieren plantearse mejor los problemas y buscarles soluciones más adecuadas. Ese es el gran reto que tenemos. Saber comprender el planeta desde una dimensión múltiple, en el contexto adecuado y comprender lo simple y lo complejo, al mismo tiempo que tratamos de hacer las cosas de una manera más inteligente y completa.
Un reto que se antoja inmediato y que no puede esperar más, el ser humano requiere de mejores instrumentos y herramientas para aumentar la calidad de vida, empezando por el mayor desarrollo de nuestra inteligencia global.