La independencia de La Línea, una cuestión de «supervivencia»
La Línea de la Concepción se asienta sobre un istmo arenoso que une el Peñón de Gibraltar con la costa gaditana. Un enclave estratégico de unos 19 kilómetros cuadrados y con aproximadamente 62.940 habitantes. Pero La Línea no se la conoce por su industria o por su producción sino por «encabezar ranking negativos» relacionados con el narcotráfico y el contrabando de tabaco, probablemente por encontrarse a 30 kilómetros de Marruecos y «puerta con puerta» con Gibraltar. Es posible que por este motivo su alcalde, Juan Franco, haya querido dirigir el foco mediático a un nuevo «proyecto de futuro» que, según sus palabras, «no es ninguna idea absurda; la de convertir en ciudad autónoma a La Línea. Estamos hablando de que es una iniciativa que ningún ayuntamiento ha planteado antes» y que, en definitiva, «luchamos por una cuestión de supervivencia».
Analizando un poco el momento actual de La Línea, Franco reconoce que la ciudad atraviesa por una situación «complicada» porque «tenemos un 30% de paro, la menor esperanza de vida y el nivel de renta más bajo de todo el territorio nacional». «Somos un partido independiente, no independentista, formado por personas que quieren sacar a nuestra ciudad de un estado de frustración secular». Reconoce que «hemos planteado tanto al Gobierno de España como a la Junta la necesidad de contar con un plan especial para esta ciudad pero no hemos recibido respuesta» y lamenta que «no hemos tenido el trato que España le ha dado a otros municipios. Siempre nos han tratado como ciudadanos de segunda o de tercera».
Y, entonces, ¿cuál es el camino? El 20 de noviembre de 2016 se anunció que el partido La Línea 100x100 iba a plantear la posibilidad de constituir la ciudad como autónoma. «Teníamos que dar una vuelta de tuerca a la historia, comenzamos la campaña y pasaron las elecciones y comprobamos que 7 de cada 10 linenses que nos habían votado apoyaban esta propuesta». El próximo objetivo no es otro que llevarlo a Pleno, antes de que acabe el año, para «salvo por sorpresa monumental» aprobarlo y pedir al Ejecutivo central su autorización.
En este paso se vislumbran tres posibilidades para las que el alcalde ya tiene una respuesta. «Nos podemos encontrar con que no nos contesten, el silencio es positivo, que nos digan que 'sí' o que nos respondan que 'no'. En los dos primeros casos iniciaríamos la consulta popular; en el tercero lo llevaríamos al Tribunal Supremo para presentar un recurso». El fin de esta propuesta, en palabras del alcalde, no es otro que el de «ser dueños de nuestro destino. Los cambios no serán de un día para otro pero podremos afrontar las necesidades de esta ciudad».
Avalada por un dictamen
El alcalde de La Línea presentó a primeros de julio un dictamen que certifica la viabilidad jurídica del proceso de constitución del municipio en ciudad autónoma. Dicho informe, elaborado por un Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense, señala que «no existe impedimento o prohibición constitucional para la conversión en autonomía». Y afirma que «la característica que define su singularidad es su naturaleza fronteriza con Gibraltar».
Una proposición «esperpéntica incapaz de solucionar los problemas reales», según el PP
Para el Partido Popular gaditano la noticia de nombrar a La Línea «ciudad autónoma» no les coge por sorpresa. «Es un tema que hemos comentado varias veces y que viene desde las elecciones municipales», comenta Andrés Núñez, secretario general del PP de Cádiz. Y añade «además de tener un alto contenido populista» que, en relación con lo sucedido en el Gobierno de la Nación donde «los populismos, la falta de altura de miras y las propuestas variopintas no nos han llevado a ningún sitio». Tanto Núñez como su partido son conscientes de la singular problemática de La Línea. «Es una ciudad fronteriza, con un paro que ronda el 30% pero la respuesta a estos problemas no es una ocurrencia de este tipo, de ser posible todas las ciudades empezarían a solicitarla».
A la cuestión de establecer la ciudad como autónoma Núñez lo tiene claro: «Esta propuesta no tiene recorrido». Y expone que está «convencido de que el alcalde es consciente de lo irreal» de la misma y lamenta que posiblemente «se convierta en una excusa con la que parapetarse de los fracasos o de la incapacidad para solucionar los problemas reales de la ciudad». Desde su formación entienden que cada regidor quiera ofrecer lo mejor para su ciudad o municipio pero enfatiza que es «responsabilidad del alcalde aportar soluciones a los problemas de su comunidad y no esperar a que todos –en relación al Ejecutivo Central y a la Junta– te salven, te manden empresas y aporten todas las soluciones en tu lugar». Además, recuerda que durante el mandato de Mariano Rajoy se hizo una «apuesta por reforzar la seguridad» y añade que «Franco reconoció el esfuerzo» y la mejora.
Por otro lado, y en relación a la bajada de fiscalidad que apoya el alcalde linense, Núñez mantiene que «Gibraltar ya es un 'paraíso fiscal' y que por mucha libertad que tuviera siendo ciudad autónoma nunca va a poder ser tan competitiva». Y concluye afirmando que con esta idea «se van a llenar muchos titulares y páginas de periódicos pero que, en la práctica, la solución para los linenses no es convertir a La Línea en ciudad autónoma».