La piscina, el mejor aliado para tener un cuerpo diez
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Así se extrae de una encuesta realizada este verano por Krissia. Y es que un baño en la piscina o en la playa puede ayudar a lucir este verano un cuerpo diez. Ambas opciones no son solo sinónimo de vacaciones y desconexión, sino que también facilitan el control del peso, mantener el cuerpo tonificado y, en ocasiones, aumentar la resistencia. Pero, por suerte, niños, jóvenes y adultos pueden ir a la piscina durante todo el año.
Por ello, los expertos de Krissia recomiendan poner en práctica unos sencillos ejercicios para no perder la buena forma y compensar los excesos del verano. Tal y como destaca Natalia Ramos, del equipo de Nutricional Development and Education en Angulas Aguinaga, «el hecho de flotar convierte a la piscina o playa en una opción muy cómoda y divertida para hacer ejercicio a la vez que se reduce el impacto». Asimismo, Ramos recuerda que tampoco se debe olvidar la dieta sana y equilibrada. En este sentido, «una ensalada completa como, por ejemplo, de canónigos, zanahoria, tomates cherry, quinoa, queso fresco y barritas de cangrejo aliñada con aceite de oliva virgen extra, vinagre y albahaca es una opción fresca que ayuda a saciar el apetito y aporta nutrientes interesantes para hacer frente a una jornada de ejercicios acuáticos».
Los ejercicios que ayudaran a mantener la forma
Andar y correr. Para ir calentando, hay que colocarse en una zona de la piscina donde el agua llegue hasta la cintura y empezar a andar. Poco a poco hay que ir aumentando el ritmo hasta empezar a correr. Hay que notar que se arrastra a alguien desde la cintura, ya que el agua actúa como una barrera que opone resistencia a tu paso.
Abdominales (superiores e inferiores). Para hacer estos ejercicios hay que colocarse en el borde de la piscina. En el caso de los abdominales superiores, hay que apoyar las piernas en el borde de la piscina, los glúteos pegados a la pared y las manos en el pecho; así, ir subiendo y bajando. Es recomendable hacer varias series de repeticiones y combinar los abdominales cortos y largos.
Para el segundo grupo de abdominales, los inferiores, hay que colocarse en una zona donde el agua cubra hasta el pecho y darle la espalda al borde de la piscina. Apoyar las manos en el mismo y elevar piernas para después ir estirándolas y recogiéndolas hasta el pecho. Así hasta varias series de repeticiones.
Sentadillas. Con el agua hasta la cintura, hay que ir haciéndolas como si estuviéramos fuera del agua. Además, también se pueden alternar distintos tipos de sentadillas como la isométrica, sin subir ni bajar, o las sentadillas sumo, que es igual que la normal, pero con la apertura de piernas mayor que las rodillas.
Bicicleta. Para hacer este ejercicio es necesario ir a la parte más honda de la piscina, de manera que los pies no toquen el suelo. Como su nombre indica, se trata de pedalear en el agua y, cuanto más rápido se haga, mayor será la intensidad del ejercicio. Recordar combinar tanto el sentido hacia adelante como hacia atrás para conseguir hacerlo más completo. Si se quiere sumar más intensidad todavía, saca las manos fuera del agua e intenta elevar el cuerpo un poco hacia el exterior.
Después de esta rutina de ejercidos, y para relajar todos los músculos, es importante estirar. Para terminar, hazte el «muerto» en el agua, que consiste en estirar todo el cuerpo en horizontal en el agua y flotar.
Algunos de estos ejercicios también puede hacerse en la playa, como son la bicicleta, las sentadillas y el andar o correr. De hecho, para andar y correr, el ejercicio será aún más efectivo, dado que la arena añade una dificultad y el desplazamiento en ella es más difícil que en un suelo liso.