El arreglo
El gas es una de las más importantes fuentes de energía primaria a nivel mundial donde como proporción del consumo total en el año 2018 representó el 23.8 %, por detrás del petróleo que representó el 33.6%.
En México , también en 2018 el gas es la fuente que genera el 41% de la energía primaria , detrás del petróleo que representa el 44.3%, con cifras de B.P. , es decir dependemos en gran medida de los combustibles fósiles, sobre todo en la generación de energía eléctrica, donde el uso del gas aumentó entre 2004 y2016 en 87%, consideremos además que el gas no solo sirve como combustible sino como insumo para la elaboración de una infinidad de productos, en la industria Petroquímica.
Lo que ha venido pasando es que el consumo de gas en México a venido aumentando y la producción nacional ha venido disminuyendo, las diferencias se cubren con importaciones y en 2018, las importaciones de gas casi duplican la producción nacional, ante la creciente demanda interna.
Así que la solución simplista y dependientista ha sido construir gasoductos y la corrupción atenta a las oportunidades; firmó contratos transexenales, en condiciones desventajosas para el país, las cuales son de dominio público y que fueron ventiladas entre las empresas contratistas y la CFE, con la presencia del Presidente de la República y del Señor Don Carlos Slim, representante de una de las compañías involucradas en este asunto.
Pues se llegó a un acuerdo no sabemos con claridad en qué condiciones, pero cuando las calificadoras están satisfechas y las compañías también, pues entra el sospechosismo, más aún cuando el consejo coordinador empresarial apoya este acuerdo y presume que ambas partes ganaron, lo cual parece algo contradictorio, sin embargo,en un asunto de este tipo es es muy difícil que esto pudiera suceder, no obstante es casi seguro que las compañías ganaron cuando menos en el largo plazo.
Pues hay un dicho popular que dice que es mejor un mal arreglo que un buen pleito, y parece que el Presidente López Obrador con gran prudencia y ante las presiones del sector privado, prefirió arreglarse.
El asunto es que coyunturalmente el país necesita gas y esto debe resolverse, pero en el largo plazo no sabemos si el gas de Texas que ahora está barato cambie de precio y se eleve o que Pemex produzca suficiente gas como para reducir considerablemente las importaciones, en este caso que pasaría con el gasoducto y las condiciones de su uso, pues esperemos que pronto publiquen lo que se firmó y sepamos con certeza como quedó el arreglo , para no especular.