Dos presencias de la AAG en importantes competencias internacionales
Para Eduardo Botte, Presidente de la Comisión de Reglas de la AAG, fue su octava participación como árbitro en la competición más importante del calendario del golf mundial. Esta vez en la 148ª edición jugada en Royal Portrush Golf Club, Irlanda del Norte, siendo el regreso del Open Championship a ese país tras un paréntesis de 68 años. El anterior fue en 1951 justamente cuando el argentino Antonio Cerdá terminó en el segundo lugar.
“Fue un Open distinto por diversas razones. El hecho de volver a Irlanda ya le dio un toque diferente por el entusiasmo que despertó en el público; prueba de ello es que durante la semana concurrieron alrededor de 245.000 espectadores, el segundo Open con más público en la historia. Y en un campo magnífico que últimamente fue rediseñado en algunos hoyos, tarea que estuvo a cargo de la firma Mackenzie & Ebert, siendo Martin Ebert un conocido de los argentinos, ya que ha visitado nuestro país en distintas oportunidades”, comenta Eduardo Botte. Y agrega en cuanto a su tarea: “El primer día me tocó salir en una de las últimas salidas, como árbitro. El grupo estaba integrado por el español Adrián Otaegui, el japonés Yuta Ikeda y el mexicano Isidro Benítez quien obtuvo la plaza para el Open por haber sido ganador del Abierto Argentino el año pasado. Para la segunda vuelta, también como árbitro, estuve en el grupo de Emiliano Grillo, Sung Kang y el aficionado Thomas Thurloway. El tercer día fui árbitro en el grupo de Kiradech Aphibarnrat y el finlandes Mikko Korhonen; este último uno de los jugadores más agradables que me ha tocado arbitrar. Antes de iniciar la vuelta le comenté que un finlandés había ganado el Abierto de Argentina e inmediatamente me interrumpió para decirme que ese Abierto lo había ganado Antti Aokas, que De Vicenzo le había entregado el premio, y que él mismo había jugado en Hurlingham ese año teniendo los mejores recuerdos de Argentina. El domingo hubo grandes festejos por el triunfo del irlandés Shane Lowry; si bien el Open se jugó en Irlanda del Norte y Lowry es nativo de la República de Irlanda, todos decían que para estas cosas son una sola y la cerveza y las canciones se hicieron presentes en un festejo que fue llamativo por lo respetuoso. Párrafo final para la organización que, sin ser sorpresa porque siempre es así, fue absolutamente perfecta.”
Una gran experiencia en Lima
Si bien fue la segunda vez para Daniel Vizzolini -Director de Campeonatos y Reglas AAG- en Juegos Panamericanos, aclara: “En Toronto 2015 fui como Oficial Técnico Internacional, asignado a Reglas en el campo. Acá en Lima la responsabilidad fue mucho mayor ya que estuve a cargo de todo el equipo de Reglas durante el torneo, de la preparación previa de todas la condiciones y normas a aplicarse, como así también de la implementación del campo antes y durante el evento.”
Respecto al manejo de la competencia en sí, destaca que “los árbitros internacionales a mi cargo eran tan calificados y experimentados que todo fue sencillo y el torneo se desarrolló con total normalidad”. Aun así, sobre el final del torneo un imprevisto lo complicó todo: “Al jugarse tres categorías -varones, mujeres y por equipos mixtos- y entregarse tres medallas en cada una de ellas, las posibilidades de múltiples desempates en el campo eran muy altas y estuve largo tiempo redactando su metodología y el recorrido de los distintos posibles playoffs incluyendo la alternativa de que un mismo jugador tuviese que participar en dos de ellos. Todo pareció simplificarse cuando se dio solo un desempate, en varones: tres jugadores por las tres medallas. Y mejor aun cuando en el primer hoyo se definió la de oro en favor del paraguayo Fabrizio Zanotti. Pero el desempate por la de plata continuó… ¡10 hoyos más!!! Tanto que hasta tuvimos que cambiar el recorrido para alejarnos del Club House y permitir la Ceremonia de Premiación de las dos restantes categorías ante urgencias de vuelos de algunos de los jugadores medallistas…”.
Finalmente, Vizzolini reconoce que “estos diez días en Lima fueron inolvidables, de una gran responsabilidad pero a la vez pude disfrutarlos; estoy sumamente agradecido a la International Golf Federation por haber confiado en mí”.