El bonito gesto de los pasajeros con un niño con autismo que sufrió una crisis durante un vuelo
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De acuerdo a las declaraciones de su madre, en los numerosos intentos de devolverlo a la silla, ningún pasajero se acercaba a ayudarle o tan siquiera alzaban la mirada de sus dispositivos electrónicos hasta el momento en el que una azafata se acercó a decirle que el vuelo no podía despegar hasta que el niño estuviese sentado.
«Le dije "lo siento", mi hijo es autista» dijo Lori, y agregó que estaba preocupada de que fuesen expulsados del vuelo «ya que él no podía sentarse».
La madre de Braysen subrayó que la azafata fue «muy amable» y la dejó sostener al niño en su regazo para el despegue. La asistente de vuelo le comentó que después de que apagaran la señal del cinturón de seguridad, podría dejarlo tranquilo para que se calmase. «Fue difícil, estaba peleando conmigo todo el tiempo, pateaba los asientos, pero el pasajero que estaba delante de nosotros me alzó la mano diciéndome que no me preocupase» comentó Lori a los medios.
Una vez en el aire, Braysen se sentó en el suelo en medio del pasillo, y después de varios minutos de patear el suelo y gritar, se dirigió a los pasajeros de la primera clase donde empezó a jugar con una de las manillas del asiento de un señor mayor. Su madre comentó que aquel hombre había sido simpático y en vez de apartarse, le sonrió y le ofreció su mano diciéndole «choca esos cinco, compañero». El pequeño sonrió y con todas sus fuerzas chocó su manita con la mano del pasajero.
«Después de un buen rato, todos los pasajeros fueron amables, le preguntaron su nombre, le mostraron fotos en sus móviles y lo dejaron sentarse cuando quisiera», dijo la madre de Braysen. «La azafata seguía preguntando si necesitábamos algo y varios asistentes de la tripulación se aseguraron de que todos estuviesemos atendidos».
Pasadas las tres horas de vuelo y una vez en tierra, la azafata que le había ayudado se volvío a acercar para darle un abrazo a Lori y le entregó una nota escrita en la que la felicitó por su fuerza: «Tú y tu familia son queridos y apoyados. Nunca dejes que nadie te haga sentir como si fueras un inconveniente o una carga. Él es una bendición. Dios bendiga tu paciencia, tu amor, tu apoyo y tu fortaleza. Continúa siendo una súper mujer», dice la nota.
Una carta de agradecimiento
A pesar de que al principio ningún pasajero se mostró dispuesto o comprensivo con la madre del pequeño, este viaje no hubiese sido posible para Braysen sin la ayuda de la azafata de United Airlines.
En el momento que Lori Gabriel llegó a su casa en Houston, compartió inmediatamente lo que había sucedido en su página de Facebook, donde comentó que en lugar de manejar la situación de manera negativa, una de las asistentes de vuelo optó por satisfacer y ayudar a su hijo: «Muchas gracias a United Airlines, me dan ganas de llorar. Por primera vez, las personas han sido muy comprensivas y solidarias sobre el autismo de Braysen. Es muy prometedor, no tenemos que preocuparnos por lo que otras personas piensan porque hay personas que se preocupan, que entienden. Me da mucha esperanza para el futuro». escribió la madre de Braysen en su perfil.
Minutos más tarde, muchas personas empezaron a difundir la anécdota de esta madre luchadora y rapidamente recibió una respuesta por parte de United Airlines por Twitter: «Parece ser que Braysen y su madre tuvieron un gran vuelo. Estamos felices de que nuestra tripulación haya podido hacer de tu viaje una experiencia agradable. ¡Estamos encantados de ver que tenemos pasajeros tan amorosos y solidarios! ¡Esperamos ver a Braysen muy pronto!».
It sure sounds like Braysen and your family had a great flight. We are happy that our crew was able to make it an enjoyable experience. We are overjoyed to see that we have such loving and supportive passengers on board as well! We look forward to seeing Braysen again soon! ^KG— United Airlines (@united)
August 7, 2019