Conducir sin puntos, sin carné, bebido o drogado, infracciones de los sevillanos al volante

Casi el 90 por ciento de las sentencias por delitos contra la Seguridad Vial que se dictaron durante el pasado año 2018 en Sevilla acabaron con una en sentencia condenatoria. El dato lo ha avanzado a ABC el fiscal coordinador de Seguridad Vial de Sevilla, Luis Rodríguez León, que ha incorporado esas cifras a la memoria de la Fiscalía General del Estado que se hará pública en los próximos días. Según esas cifras, que la propia Fiscal General del Estado, María José Segarra, entregará la próxima semana al Rey en el acto de apertura del año judicial, el pasado año hubo en Sevilla cerca de 4.000 sentencias por delitos contra la Seguridad Vial. Y, de entre esas sentencias, las infracciones más cometidas fueron conducir sin puntos o sin permiso de circulación o también conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas. Es decir, los tipos delictivos más cometidos por los conductores sevillanos son los que regula el artículo 384 del Código Penal para los conductores que van sin carné ya sea por pérdida de vigencia de los puntos o por no haber obtenido nunca el permiso de circulación. Y también al artículo 379.2 del Código Penal que se aplica a los que conducen bajo los efectos del alcohol, drogas o sustancias psicotrópicas. En este caso predomina más el alcohol que las drogas. Según el fiscal especializado, ambas infracciones supusieron más del 70 por ciento de los delitos contra la seguridad vial que se cometen en Sevilla cada año. A ello le siguen otros tipos delictivos que fluctúan como el artículo 383 del Código Penal que regula las sanciones para aquellos que se niegan a someterse a las pruebas de alcohol o las drogas o conducción temeraria regulada en el artículo 381 del Código Penal. Funciona bien El fiscal delegado Rodríguez León se muestra satisfecho de estos resultados y asegura que la coordinación de la Fiscalía de Seguridad Vial con la Policía Local y la Guardia Civil «está funcionando bien y eso se nota en la actividad delincuencial que cada vez se afina mucho más y se llega a más sentencias condenatorias». En cuanto al sexo de los infractores, desde la Fiscalía se recuerda que los hombres cometen el doble de infracciones de este tipo que las mujeres. Normalmente se producen más infracciones durante los fines de semana por la sencilla razón de que se incrementan los controles que igual se hacen por la ciudad que en las principales salidas. Sin embargo, sobre los que conducen hablando por el teléfono móvil, la Fiscalía de Seguridad Vial carece de datos sobre esas sanciones porque se trata de una infracción administrativa. «La única forma de que eso llegara a lo penal sería que se pusiera en peligro la integridad de alguien», explica el fiscal recordando que se trata de un tema que aún está abierto a posibles modificaciones futuras. Rodríguez León asegura que en materia de Seguridad Vial se ha «tocado techo» en las medidas que se pusieron en marcha, como el carné por puntos por lo que los datos apenas fluctúan con respecto a años anteriores y que ello indica que tal vez sería necesario «revisar las normas». En cuanto al cumplimiento de las penas, los condenados por estas conductas pueden cumplir la sentencia con trabajos en beneficio de la comunidad, multas o penas de prisión (en el caso de las conductas más graves). El problema al que se enfrenta la Fiscalía es que la falta de plantilla les ha dejado sin posibilidades de realizar estadísticas con más detalles pese a que había un convenio con la Junta de Andalucía para profundizar en estas estadísticas que hasta hace unos años se hacían públicas anualmente. Los casos de patinetes, paralizados por falta de norma A la Fiscalía de Seguridad Vial también están llegando en los últimos tiempos atestados sobre asuntos de patinetes, de los muchos que actualmente circulan por la ciudad. Sin embargo están «paralizados» hasta ver qué postura va a adoptar definitivamente la Dirección General de Tráfico. Porque se trata de Vehículos de Movilidad Personal que van desde el típico que se impulsa con el pie hasta algunos que tienen apariencia de patinete pero son «verdaderos ciclomotores». El problema, según el fiscal, es que la ciudad se ha llenado «de todo tipo de cacharros» que se están admitiendo pero no están bien regulados desde el punto de vista de tráfico. El fiscal insiste en que los que tienen más velocidad y potencia como un ciclomotor deberían ir por la calzada y tener permiso para circular, matrícula, seguro y casco. Todo lo que lleva una moto. Además recuerda que cada ayuntamiento ha regulado el tema de la forma que ha querido y hay normativas distintas entre unas y otras ciudades. «Ni los que compran patinetes saben los que están comprando ni los peatones están seguros», recalca.