Entendemos el sedentarismo como un estilo de vida en el que se incluye poco ejercicio físico y predominan actividades que requieren escaso consumo de energía. Concretamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como sedentarias o inactivas a todas aquellas que realizan menos de 90 minutos de deporte a la semana.
Los expertos recomiendan a la ciudadanía que luche contra el sedentarismo, que afecta en España al 40% de la población. Según el doctor David Ezpeleta, miembro de la Sociedad Española de Neurología (SEN), «septiembre es un mes clave para tomar medidas o mantener los buenos hábitos que hayamos adquirido durante el verano».
Así lo subraya el doctor Ezpeleta, portavoz del Grupo de Estudio de Humanidades de la SEN, que alerta de que el sedentarismo «puede agravarse pese a que se conoce bien que el ejercicio físico tiene importantes beneficios para la salud y que realizar ejercicio físico moderado es muy beneficioso para mantener el cerebro sano».
«De hecho», subrayan desde la Sociedad, «la inactividad física es responsable del 6% de las muertes registradas en todo el mundo y uno de los principales factores de riesgo tanto para las enfermedades neurodegenerativas como para las cerebrovasculares».
La OMS aconseja evitar el sedentarismo dedicando al menos 150 minutos semanales a una actividad física, aunque sea de intensidad moderada, a todas las personas mayores de 18 años y 60 minutos diarios a quienes sean menores de 17.
Múltiples líneas de investigación han demostrado que la actividad física, especialmente el ejercicio aeróbico, es un potente estímulo de la neurogénesis. «El ejercicio podría estimular la formación de neuronas en el hipocampo, la región del cerebro que participa, entre otras, en la memoria y el aprendizaje», explica el doctor.
Más motivación
«Además, la actividad física mejora diversas funciones ejecutivas cerebrales como la motivación y el impulso a hacer ejercicio, es decir, el mismo ejercicio ayuda a vencer la pereza y se promueve a sí mismo, cerrándose un círculo virtuoso de enorme importancia para la salud», apostilla.
El ejercicio regular y la actividad física no solo promueven la salud cerebral y general en el más amplio sentido del término, sino que también deben formar parte de muchos programas de rehabilitación y neurorrehabilitación, exponen los expertos.
«En la actualidad, disponemos de evidencias suficientes para recomendar la actividad física como parte del tratamiento en la mayoría de enfermedades neurológicas, aunque siempre adaptada a las posibilidades de cada paciente», apunta la doctora Nuria González-García, portavoz de la Sociedad.
Resaltan también los beneficios que la actividad física produce en pacientes con esclerosis múltiple, epilepsia, migraña e, incluso, alzhéimer y párkinson. Asimismo, según la doctora González-García, hay numerosos trabajos que han estudiado los beneficios del ejercicio tras un ictus con afectación motora.
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Entendemos el sedentarismo como un estilo de vida en el que se incluye poco ejercicio físico y predominan actividades que requieren escaso consumo de energía. Concretamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como sedentarias o inactivas a todas aquellas que realizan menos de 90 minutos de deporte a la semana.
Los expertos recomiendan a la ciudadanía que luche contra el sedentarismo, que afecta en España al 40% de la población. Según el doctor David Ezpeleta, miembro de la Sociedad Española de Neurología (SEN), «septiembre es un mes clave para tomar medidas o mantener los buenos hábitos que hayamos adquirido durante el verano».
Así lo subraya el doctor Ezpeleta, portavoz del Grupo de Estudio de Humanidades de la SEN, que alerta de que el sedentarismo «puede agravarse pese a que se conoce bien que el ejercicio físico tiene importantes beneficios para la salud y que realizar ejercicio físico moderado es muy beneficioso para mantener el cerebro sano».
«De hecho», subrayan desde la Sociedad, «la inactividad física es responsable del 6% de las muertes registradas en todo el mundo y uno de los principales factores de riesgo tanto para las enfermedades neurodegenerativas como para las cerebrovasculares».
La OMS aconseja evitar el sedentarismo dedicando al menos 150 minutos semanales a una actividad física, aunque sea de intensidad moderada, a todas las personas mayores de 18 años y 60 minutos diarios a quienes sean menores de 17.
Múltiples líneas de investigación han demostrado que la actividad física, especialmente el ejercicio aeróbico, es un potente estímulo de la neurogénesis. «El ejercicio podría estimular la formación de neuronas en el hipocampo, la región del cerebro que participa, entre otras, en la memoria y el aprendizaje», explica el doctor.
Más motivación
«Además, la actividad física mejora diversas funciones ejecutivas cerebrales como la motivación y el impulso a hacer ejercicio, es decir, el mismo ejercicio ayuda a vencer la pereza y se promueve a sí mismo, cerrándose un círculo virtuoso de enorme importancia para la salud», apostilla.
El ejercicio regular y la actividad física no solo promueven la salud cerebral y general en el más amplio sentido del término, sino que también deben formar parte de muchos programas de rehabilitación y neurorrehabilitación, exponen los expertos.
«En la actualidad, disponemos de evidencias suficientes para recomendar la actividad física como parte del tratamiento en la mayoría de enfermedades neurológicas, aunque siempre adaptada a las posibilidades de cada paciente», apunta la doctora Nuria González-García, portavoz de la Sociedad.
Resaltan también los beneficios que la actividad física produce en pacientes con esclerosis múltiple, epilepsia, migraña e, incluso, alzhéimer y párkinson. Asimismo, según la doctora González-García, hay numerosos trabajos que han estudiado los beneficios del ejercicio tras un ictus con afectación motora.