La historia de por qué Nadal juega con la mano izquierda si es diestro
Esta es la historia de una leyenda del tenis, de un chico zurdo que en realidad no lo era... O casi. Rafa Nadal juega al tenis como los ángeles con la mano izquierda, imprime a la pelota un efecto único y ha conquistado así, entre otras muchas cosas, 19 títulos de Grand Slam. El último, el US Open, de manera épica, otra vez, para ampliar su registro de partidos históricos, de hazañas, de remontadas cuando todo parece perdido, porque, aunque primero tuvo el encuentro ganado ante Medvedev (dos sets arriba y break a favor), después vio cómo el tenista de hielo nacido en Rusia venía de atrás y amenazaba sin siquiera cambiar el gesto. Sobrevivió Nadal en los peores momentos. Estaba nervioso, pero venció a la presión para volver a venirse arriba y ganar tras cinco horas de batalla (7-5, 6-3, 5-7, 4-6 y 6-4).
Lloró el español de emoción. Y cuando firmó autógrafos y regaló parte de su material, lo hizo con la mano derecha. ¿Cómo con la derecha? Pero si es zurdo... Sí y no. Volviendo al principio, la historia del zurdo que no lo era comenzó hace mucho y en ella tuvo que ver Toni Nadal, tío y entrenador de Rafa, y Jofre Porta, estudioso de la lateralidad y profesor de tenis. «La responsabilidad de la mano izquierda de Nadal es completamente de Toni», dice Porta, aunque él tuvo algo que ver. «Cuando todavía no trabajaba con Nadal [después lo hizo, también con el Carlos Moyá jugador], estaba en el CAR de Sant Cugat en la Española y me llamaron para hacer un clinic en Palma. Vino Nadal, tenía ocho años y jugaba a dos manos los dos golpes. Ya se veía que era espectacular, pero tampoco se podía ver mucho más», cuenta Jofre. «Rafa es diestro cerrado, pero ya sacaba con la izquierda. Entonces Toni me consultó y le dije: “Yo creo que tiene que tener una derecha a una mano”», continúa. Ha habido tenistas como el francés Santoro que jugaban los dos golpes con las dos manos, y en el circuito femenino, toda una número uno como Monica Seles. Pero es raro. «Cuando volví a Palma para trabajar en el Gobierno balear, él ya jugaba con la mano izquierda, y yo no sabía que era diestro. Me enteré un día y le dije: “Pero juega con la buena”; y él respondía: “Es que no tengo fuerza con la otra”», recuerda Porta. «Toni me dijo que pensaba que ser zurdo sería una ventaja. Lo hicieron no de una manera tan natural como: “Escoge la que quieras”; pero él ya sacaba con la izquierda así que las habilidades de la mano no dominante estaban bastante desarrolladas, no le venía de cero», añade.
El tío Toni, en las muchas charlas que da de mentalidad, motivación... dice que él no forzó a su sobrino y pupilo a ser zurdo, que realmente pensaba que lo era, pero el tenista firma con la derecha, come con la derecha y lo hace todo con la derecha, menos jugar al tenis. Si alguien prueba ahora a hacer cualquier actividad cotidiana con la mano «mala» lo más probable es que se sienta un inútil. ¿Cómo pudo Nadal desarrollar esa cualidad? «Cuando eres joven es más fácil. Los patrones biomecánicos todavía no están formados. Si, además, pegas a dos manos los dos golpes, se activa... Uno de los grandes problemas que tenemos en el deporte es tener muy dormida la parte no dominante, cuando una parte del trabajo que tenemos que hacer los educadores es despertarla. Antes había pánico, ahora se han dado cuenta que no pasa nada», afirma Jofre. «A nivel táctico es una gran ventaja ser zurdo, a nivel formativo no lo es tanto. Muchos chavales basan todo en ser zurdos y entonces no crean patrones tácticos para mejorar en otros aspectos. El cerebro es vago y cuando encuentra una zona de confort no se mueve de ahí porque “si yo gano así para qué voy a forzar”. No es el caso de Rafa, aunque él sí juega derecha alta al revés del contrario, pero hace muchas más cosas», explica el fundador de la Global Tennis Team.
La ventaja de ser zurdo es que al estar acostumbrado a enfrentarse a diestros, los patrones de juegos son casi siempre iguales, mientras que los diestros, como suelen enfrentarse a rivales que dan a la pelota con la derecha, cuando tienen enfrente a alguien que lo hace con la izquierda les cambia toda la manera de jugar. «Medirse a un zurdo es incómodo, pero la gente mitifica al zurdo», opina Jofre Porta. «Existe la teoría de que ser zurdo es bueno para el tenis, pero no es del todo verdad porque si lo fuera tendría que haber más en el “top 20”. Sólo está Rafa», insiste un hombre cuyos estudios van más allá de si se juega con una mano o con otra. «El ojo dominante es muy importante», asegura. «Nadal es diestro de mano, pero juega con la izquierda, y es diestro de ojo, o sea que es cruzado. La gente que es cruzado suele tener un muy buen golpe plano y suele tener un ‘‘top spin’’ de saque muy bueno, pero el cortado le cuesta más», desvela. Sin embargo, el saque cortado de zurdo de Nadal es una de sus mejores armas. «Todo es modificable, aparte de que tengamos unos patrones marcados por la genética, hay capacidad de cambiar el cerebro. Ahora se está hablando de 45 por ciento de cambiar nuestra manera de ser. A nivel de patrón motriz también la capacidad de cambio es grande, sobre todo en la pubertad», dice Porta.
Ser zurdo le da una ventaja a Nadal, pero su cabeza, la educación que le dieron y su capacidad de querer progresar son más determinantes. Porque el chico diestro que empezó a jugar al tenis con la izquierda creció, mejoró en todos los aspectos de su juego (el revés, el saque, la agresividad, el juego en la red...), no se conformó con ser el rey de la tierra (12 Roland Garros) y así conquistó la hierba (2 Wimbledon) y la pista dura (1 Abierto de Australia y 4 US Open). En total ya va por 19 títulos de Grand Slam ganados. Y la historia todavía no ha terminado.