TEMPLETE
Que para los coahuilenses resulta paradójico que dos de sus políticos estuvieran luchando tanto por ocupar sillas en el Congreso de la Unión, para que al final no se tengan resultados tangibles y positivos para la entidad. Están tan metidos en el turismo legislativo Armando Guadiana y Javier Borrego, que desde el inicio de la actual legislatura no han sido capaces de conseguir ningún programa para Coahuila. Hasta este momento no hay buenas noticias para la entidad que concedan un respiro en las finanzas.
Ya se sabe, el primero, como senador y el segundo, como diputado federal han tenido tan gris desempeño que hasta a sus correligionarios como Jonathan Ávalos, alcalde de Francisco I. Madero lo han dejado solo.
Por cierto, el presidente municipal maderense se ha dedicado a gastar el presupuesto en asuntos sin importancia mientras que el municipio va en caída libre.
Que la semana pasada durante el foro del agua el que peor recibimiento tuvo fue Óscar Gutiérrez Santana, gerente regional de la Conagua, a quien los campesinos abuchearon en más de una ocasión ante la ausencia de su jefa Blanca Jiménez, quien inexplicablemente canceló su asistencia.
Que no es la primera vez que los productores sociales manifiestan su rechazo hacia el funcionario federal y es que en abril pasado cuando tomaron las instalaciones de las Cuencas Centrales del Norte pidieron su destitución y la de otros tres funcionarios. Sin embargo, al final él se salvó de la guillotina de la Cuarta Transformación.
Que el delegado del gobierno federal en Coahuila, Reyes Flores Hurtado ya parece mandatario estatal.
El pasado fin de semana se le vio en la Tradicional Cabalgata de Sabinas y lo que más llama la atención es que no estaba solo, pues lo acompañaron el Secretario de Turismo, Miguel Torruco y el Secretario de Agricultura, Víctor Villalobos.
De parte del estado nada más estuvo José Luis Flores Méndez, titular de la Secretaría de Agricultura estatal.
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