Ejército sí y no
Gil avanzaba entre la maleza de las mañaneras. No es fácil ganar unos pasos a esas horas y con esas declaraciones. A machetazo limpio y sucio. Una nota de Alonso Urrutia y Néstor Jiménez de su periódico La Jornada informa que el presidente Andrés Manuel López Obrador avaló la determinación de la secretaria de la Defensa Nacional de responder a las agresiones en contra de los elementos del ejército. Gil ha visto como los humillan, los insultan, los despojan de sus armas. Ya estuvo bien, sostuvo la Sedena, ¿quieren ver de qué lado masca la iguana?
Ahora mal sin bien, el presidente recomendó: "no se permiten, no se tolera en el gobierno, nada de que son delincuentes, son seres humanos y nadie está autorizado para ajusticiar, para rematar heridos, para masacrar".
De acuerdo, eso que ni qué, pero se trataba de defender al ejército. Así las casas (muletilla patrocinada por Bartlett), defendemos al ejército e insinuamos al mismo tiempo que masacra y ejecuta. El Presidente se refirió así a la decisión de la Sedena y dijo que ya no es como antes cuando se dieron razias y masacres, "eso está prohibido".
Muy bien, pero no tan bien
El Presidente reivindicó el desempeño de las fuerzas armadas mencionando que la Sedena y la Marina son las dependencias de las que mayor apoyo ha recibido. "Los líos en los que los han metido es por cumplir órdenes de los presidentes”. Señaló que el cambio en la actitud de los militares puede consolidarse a partir de los planes de estudio, enfatizando el respeto a los derechos humanos. Insistió en que "la orden es tajante: no a la represión". De acuerdo, pero como van a defenderse sin el uso legítimo de la violencia. Un lío. Usamos la violencia, inherente a esa institución, o no nos movemos y dejamos que desarmen a nuestros soldados y los humillen. Diga usted.
El Presidente descartó la apuesta por el endurecimiento con acciones como "la guerra, la desaparición, la tortura y toques de queda o leyes más severas." Liópez Obrador dijo que "nunca apostaría a la pena de muerte, no creo en eso. Se puede conseguir buenos resultados sin violencia". Aseveró que no se va a continuar con la política de “limpiar (…)el estado mexicano ha dejado de ser el principal violador de los derechos humanos".
Gil se disfrazó de Sigmund Freud y meditó: el Presidente defiende al ejército pero, al mismo tiempo, lo reconviene, le advierte. ¿cómo se llama ese movimiento psíquico? Sepa la bola.
Otra defensa
El Presidente dijo que estaba muy satisfecho con el trabajo de Manuel Bartlett al frente de la CFE: “me está ayudando a eliminar la corrupción”. Esta comisión declarativa ocurre cuando la Secretaria de la Función Pública ha iniciado muy a su pesar una investigación. Xóchitl Gálvez interpuso una denuncia en la SFP contra Bartlett por la omisión de unos 800 millones de pesos en propiedades a nombre de su pareja y sus hijos. La investigación de Arelí Quintero y Carlos Loet es sólida y Gamés la traduce así: casas, y casas, y casas. Pero al Presidente y a la sociedad, salvo excepciones, no les parece importante. Que su colaborador tenga casas y casas y casas de las cuales no dio noticia en su declaración patrimonial, nada le hace. Por la mitad del costo de esas casas, Peña Nieto desbarrancó su gobierno. Todo ha cambiado: tienes un montón de casas sin declarar: mañana te salvo. ¿O sobra decir lo que Bartlett significa para la izquierda? El sistema quebrado, las órdenes de Salinas. Dicho lo cual. Un hurra para Bartlett: Hip, hip, hurraaa! Gran defensa del Presidente. Ahora mal sin bien: ¿de dónde tanto cariño por Bartlett? ¿No será porque tiró el sistema electoral del año de 1988,?, ¿o sí? Gil no comprende nada de nada, o todo de todo, como ustedes quieran.
Todo es muy raro, caracho. Como diría Séneca: “El que no quiera vivir sino entre justos, viva en el desierto”.
Gil s’en va