La imagen urbana de Torreón
Torreón ha crecido de manera desordenada, hemos privilegiado la mancha urbana con nuevos fraccionamientos, muchos de ellos cerrados con parques y jardines privados, cuando la ley dice que éstos deben estar fuera de ese espacio para beneficio de miles. Se vale cuando el fraccionador quiere tener sus jardines privados bien, pero tiene que dar a cambio otro espacio para la ciudad de Torreón y eso lo hemos descuidado.
Eduardo Sáenz Herrera trabaja para el municipio de Torreón, el alcalde Jorge Zermeño lo invitó para que estuviera a cargo del departamento de Servicios Públicos y tiene a su cargo: Alumbrado Público, Rastro Municipal, Espacios Públicos, Panteones Municipales, Limpieza y Mantenimiento Urbano.
Una tarea nada fácil, encontró la ciudad deteriorada, años de desapego por autoridades estatales y municipales que dejaron apagarse el corazón y las venas de la ciudad: el centro de Torreón y otros espacios comunitarios como alamedas, parques, jardines, unidades deportivas y más en estado crítico.
Hoy los torreonenses tenemos el reto de sacar adelante a la ciudad. Sí, aquella por la que nuestros antepasados lucharon y contribuyeron con recursos privados a mejorarla y pienso en las palmas de la avenida Morelos sembradas por Placido Vargas, en el puente plateado de Torreón a Gómez Palacio entre otros proyectos.
Eduardo Sáenz está haciendo su trabajo bien, con muchas carencias tanto de material así como lidiar con un sindicato, donde algunos miembros tratan de sabotear el trabajo del Ayuntamiento. Ha logrado poner en marcha 8 centros de acopio de escombros y basura vegetal que está ayudando para que la ciudad tenga otra cara.
Lo que más falta es la coordinación entre los departamentos; si se podan arboles, se corta el pasto, se saca la basura es de parte de parques y jardines ahora, el departamento de limpieza tiene que ir a recogerlo inmediatamente “rapidito y bien hecho. No hay que dar pie a que haya críticas.
Hoy nos encontramos con una ciudad que necesita el apoyo de todos nosotros. No tirar la basura en la calle, barrer las banquetas, sacar la basura sólo en los días indicados, involucrarnos como vecinos en nuestras plazas y parques, no tirar los escombros en los terrenos baldíos. Y lo más importante educar a nuestros hijos en una cultura de respeto y amor a la ciudad.