Christian Jacob (59 años) ha sido elegido presidente de Los Republicanos (LR, derecha tradicional), aspirando a «relanzar» una familia política «huérfana» de Nicolas Sarkozy.
Jacob fue elegido la tarde / noche del domingo con el 62,58 de los votos en una elección en la que participaron unos 60.000 de los 100.000 simpatizantes, militantes, alcaldes, diputados y senadores de la derecha histórica, en busca de un líder que permita salir de la crisis que siguió a la eliminación de François Fillon en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 2017, que enfrentó a Marine Le Pen (extrema derecha) y Emmanuel Macron, finalmente elegido.
Jacob es uno de los primeros políticos franceses que no ha salido del «vivero» de las grandes escuelas de ciencias políticas parisinas. Es agricultor, curtido en el sindicalismo agrario, antes de comenzar su carrera política detrás de Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, diputado, euro diputado, alcalde de una ciudad de provincias, muy apreciado entre el electorado agrícola.
Jacob es el presidente del grupo parlamentario de su partido en la Asamblea Nacional (AN) y partidario de «refundar» el partido de la derecha histórica, con una línea «clara y firme». Claridad y firmeza que pudieran tener esta traducción práctica: conservadurismo firme en sus principios, lenguaje «enérgico» contra Macron, política europea con flecos «nacionales», política «firme» en cuestiones de inmigración y seguridad.
Los votantes de LR eligieron a Jacob la tarde / noche del domingo, eliminando con facilidad a dos rivales mucho más frágiles: Julien Aubert (nacionalista) y Guillaume Larrivé (liberal). Se trata de un «mensaje» relativamente claro: simpatizantes, militantes, alcaldes y diputados y senadores conservadores apuestan por una línea conservadora y popular, muy próxima al mundo agrícola (históricamente conservador), con cierta experiencia profesional y un lenguaje muy «Francia profunda», muy alejado del «elitismo» de Macron y capaz de enfrentarse con «energía» a Marine Le Pen.
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Christian Jacob (59 años) ha sido elegido presidente de Los Republicanos (LR, derecha tradicional), aspirando a «relanzar» una familia política «huérfana» de Nicolas Sarkozy.
Jacob fue elegido la tarde / noche del domingo con el 62,58 de los votos en una elección en la que participaron unos 60.000 de los 100.000 simpatizantes, militantes, alcaldes, diputados y senadores de la derecha histórica, en busca de un líder que permita salir de la crisis que siguió a la eliminación de François Fillon en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 2017, que enfrentó a Marine Le Pen (extrema derecha) y Emmanuel Macron, finalmente elegido.
Jacob es uno de los primeros políticos franceses que no ha salido del «vivero» de las grandes escuelas de ciencias políticas parisinas. Es agricultor, curtido en el sindicalismo agrario, antes de comenzar su carrera política detrás de Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, diputado, euro diputado, alcalde de una ciudad de provincias, muy apreciado entre el electorado agrícola.
Jacob es el presidente del grupo parlamentario de su partido en la Asamblea Nacional (AN) y partidario de «refundar» el partido de la derecha histórica, con una línea «clara y firme». Claridad y firmeza que pudieran tener esta traducción práctica: conservadurismo firme en sus principios, lenguaje «enérgico» contra Macron, política europea con flecos «nacionales», política «firme» en cuestiones de inmigración y seguridad.
Los votantes de LR eligieron a Jacob la tarde / noche del domingo, eliminando con facilidad a dos rivales mucho más frágiles: Julien Aubert (nacionalista) y Guillaume Larrivé (liberal). Se trata de un «mensaje» relativamente claro: simpatizantes, militantes, alcaldes y diputados y senadores conservadores apuestan por una línea conservadora y popular, muy próxima al mundo agrícola (históricamente conservador), con cierta experiencia profesional y un lenguaje muy «Francia profunda», muy alejado del «elitismo» de Macron y capaz de enfrentarse con «energía» a Marine Le Pen.