Apuñalado en Hong Kong el diputado Junius Ho, el político más odiado por los manifestantes

Cinco meses después del estallido de las protestas contra el autoritarismo de China, la violencia sigue extendiéndose en Hong Kong a poco más de dos semanas para las elecciones a los consejos de distrito, convocadas para el día 24. Tras el turbulento fin de semana, en el que le arrancaron parte de la oreja de un mordisco a un diputado demócrata, un político partidario del régimen chino ha sido apuñalado este miércoles. Se trata del iracundo diputado Junius Ho, posiblemente la figura más odiada del Parlamento local para el bando democrático y sus manifestantes. Mientras hacía campaña para renovar su escaño en el consejo de distrito de Tuen Mun, un hombre le ha atacado con un objeto afilado hiriéndole en el pecho. A pesar de la cercanía del agresor, parece que no reviste gravedad, pero ha sido trasladado en ambulancia a un hospital para curarle la herida. El ataque ha quedado recogido en un vídeo difundido por las redes sociales que puede verse en Youtube. En él, un hombre con una camiseta azul y una gorra con la visera hacía atrás se le acerca mientras repartía propaganda electoral y le entrega un ramo de flores. Tras estrecharle la mano y felicitarle por sus «esfuerzos», le pide hacerse una foto con él y dice que va a sacar su móvil de una bolsa que lleva en bandolera. Pero, de repente, saca un objeto que no llega a apreciarse en las imágenes e intenta clavárselo en el pecho a Junius Ho, quien consigue zafarse. Rápidamente, tanto el propio Ho como dos de sus guardaespaldas se lanzan sobre el atacante y lo inmovilizan en el suelo. Según informa el periódico “South China Morning Post”, tanto el agresor como Ho y uno de sus ayudantes han sido trasladados al hospital. A sus 57 años, Junius Ho es sin duda el político que más emociones enfrentadas despierta en Hong Kong. Admirado por los afines al régimen chino y detestado por los manifestantes que reclaman pleno sufragio universal, ha protagonizado innumerables polémicas por sus deslenguados comentarios y gestos provocadores. El 21 de julio, cuando un grupo de matones y mafiosos de las triadas atacó brutalmente a los manifestantes en la estación de tren de Yuen Long, apareció un vídeo que mostraba a Ho saludando amistosamente y felicitando a los agresores. Días después, y tras marcharse airadamente de un debate en televisión con el diputado demócrata Eddie Chu, le amenazó de muerte al culparle de los destrozos que había sufrido la tumba de sus padres. Pero estas no son los únicas controversias que ha protagonizado. Enemigo acérrimo del matrimonio homosexual, que ha definido como «bestialidad», ha abogado incluso por «matar sin piedad» a los partidarios de la independencia de Hong Kong, lo que le valió críticas hasta de los diputados afines a Pekín. Con bastante mal gusto, también sacó a relucir su machismo cuando dijo que la parlamentaria demócrata Claudia Mo «come salchicha extranjera» porque está casada con un periodista británico, lo que le valió su expulsión de la sesión del Consejo Legislativo (Legco). Por su comportamiento y sus comentarios, la Universidad Anglia Ruskin del Reino Unido le retiró a finales del mes pasado el título de Doctor Honoris Causa que le había otorgado en 2011. Por su parte, los antiguos alumnos de la universidad de Hong Kong donde estudió, la Facultad de Queens, también están estudiando quitarle su membresía. No es la primera vez que Junius Ho había recibido amenazas. En septiembre, el hipódromo de Happy Valley canceló su carrera nocturna de los miércoles porque en ella competía uno de sus caballos y se temía por la seguridad. Pero, dada la tendencia al drama de Ho, ya hay quien denuncia en las redes sociales que el apuñalamiento ha sido orquestado por él mismo para darle al Gobierno una excusa para cancelar las elecciones del día 24. Una «teoría de la conspiración» parecida al atentado simulado que abre la película «Diez años», que se convirtió en un fenómeno social en 2015 por mostrar un futuro muy negro de Hong Kong que cada día parece más real y cercano.