Los autónomos se ahogan por la morosidad de las administraciones públicas
La morosidad de las administraciones públicas sigue siendo uno de los mayores problemas que sufren los autónomos a la hora de cuadrar sus cuentas mensuales. La situación está ahogando la liquidez de los emprendedores, que deben hacer frente a sus obligaciones impositivas pese a no haber cobrado las cantidades adeudadas. Son pocas las administraciones públicas que cumplen los plazos y la mayoría de ellas retrasan los plazos de pago a sus proveedores por las tensiones derivadas de su Tesorería.
Con este panorama, Murcia y Cantabria repiten como las dos regiones españolas que más tiempo tardan en pagar a sus proveedores, con periodos medios de 76 y 56 días, según denuncia en un informe de la asociación de trabajadores autónomos ATA, relativo al mes de agosto.
La media de los periodos de pago de las comunidades autónomas durante el primer semestre de 2019 se fijaban en 35 días y a cierre de agosto de 2019 la media se ha incrementado hasta los 40 días, lo que supone un 14,3% de espera más. Pero los peores datos los ofrecen las administraciones locales, para la que trabajan la mayoría de los autónomos, que duplica el periodo de pago establecido por ley y abona sus facturas a 78 días. Esta espera se ha incrementado exponencialmente desde el primer semestre de este año, cuando la media era de 65 días, hasta un 20%, con un tiempo de espera medio de 11 semanas, muy por encima de la legalidad establecida.
Además de Murcia y Cantabria, más regiones incumplen sistemáticamente los plazos. Castilla-La Mancha (57 días), Comunidad Valenciana (53), Baleares (48), La Rioja (45) y Madrid (43). En el polo opuesto destacan por pronto pago Galicia y Canarias (ambas en 19 días).
De manera general, las tres administraciones incumplen la ley en cuanto al periodo de pago a proveedores, si bien es la central la que más se aproxima, con 33 días de plazo (10,8 % menos desde junio); seguida por la autonómica, con 40 días (14,3 % más); y la local, con 78 días (20 % más).
Son precisamente los ayuntamientos los peor pagadores, ya que la demora supera los dos meses (78 días). Pero hay municipios que registran unos datos mucho peores. Es el caso de consistorios como Jaén, que sigue siendo el que más tarda en pagar de España, al hacerlo en una media de 582 días, superior a los 542 días que registraba en el primer semestre del año. Es decir, que un autónomo que realiza un trabajo para este ayuntamiento cobrará, de media, 19 meses después de presentar la factura. Más de un año de media esperan también los proveedores en Jerez de la Frontera (414 días), y más de nueve meses los autónomos que han emitido una factura a los ayuntamientos de Parla (267) y ocho los de Granada (243 días). Le siguen los consistorios de Las Palmas de Gran Canarias (173 días), Badalona (151 días), Vélez-Málaga (137 días de media), El Puerto de Santa María (121 días), Santiago de Compostela (102 días) y Telde (94 días). En la balanza positiva se sitúa Algeciras, que ha reducido del primer semestre de media en 126 días a 39 días y ha abandonado así el listado de los 10 que peor pagan.
Pero tampoco se libra la empresa privada. La morosidad entre empresas privadas (B2B), de media, se establece en 73 días, cinco días más de los 68 que mostraban en el primer semestre del año, y 13 días más de los 60 que establece la Ley de Morosidad. Según el tamaño de la empresa, los autónomos sin trabajadores y las pequeñas empresas -que tienen hasta 9 trabajadores o de 9 a 50 trabajadores- son las que antes pagan a sus proveedores. Según va escalando el tamaño de empresa, va empeorando los periodos medios de pago, siendo nuevamente las empresas de más de 1.000 trabajadores, las que más tardan en pagar las facturas pendientes (115 días de media).