Entrenador personal, o cómo ponerse en forma sin riesgo de abandono
La sociedad actual es un tanto extraña y contradictoria. Y es que, si tenemos en cuenta las tendencias actuales, está claro que existe un mayor número de personas que practican algún tipo de ejercicio físico asiduamente, es decir, que desean estar en forma, mientras que las cifras indican que año tras año el número de personas que padecen problemas de sobrepeso y obesidad es mayor.
Pero, ¿realmente son estas personas que padecen sobrepeso las que deciden abandonar sus malos hábitos y apostar por una vida más saludable en la que prime la alimentación equilibrada y la práctica de ejercicio físico, o los que apuestan por este estilo de vida no se ven amenazados por ningún problema de salud? Lo cierto es que hay un poco de todo, pero en los gimnasios abundan las personas que ven en la actividad física una auténtica necesidad para el día a día.
Y es quizás por este motivo por lo que muchos de los que padecen algún tipo de problema de sobrepeso deciden apartarse de los clásicos gimnasios y optar por los servicios individuales, ya que hoy en día el precio de un entrenador personal puede ser muy asequible.
Y es que, son muchos los que deciden descartar este tipo de servicios individuales por la errónea creencia de que les costará una fortuna. Sin embargo, el precio de un entrenador personal en la actualidad puede ser asumido por casi cualquiera que pague una cuota mensual en un gimnasio.
No obstante, trabajar con un entrenador personal es muy diferente a hacerlo en un gimnasio en el que el o los monitores establecen los objetivos de forma colectiva, sin entrar a valorar ni lo más mínimo las características individuales, motivo por el cual existe una enorme tasa de abandono.
Trabajar desde el principio con un entrenador personal hará que los objetivos sean reales y que se llegue a la meta con esfuerzo, pero con ganas de marcarse una nueva por la que luchar.
Sin duda, una de las mayores ventajas de contar con un entrenador personal es que la motivación está siempre al máximo, logrando de esta forma que la tasa de abandono sea casi nula, y que la frustración no haga acto de aparición.
Otra de las grandes ventajas es que teniendo un entrenador personal es sencillo mantener las lesiones a raya.
Por lo tanto, si lo que uno desea es ponerse en forma de la manera más sencilla posible y sin tentaciones de abandono a la primera de cambio, contar con un entrenador personal es imprescindible.