Los peajes de la AP-9 se dispararon un 31% durante la última década

Apartir del próximo 1 de enero los conductores gallegos volverán a asumir una nueva subida en la Autopista del Atlántico. A falta de que el Consejo de Ministros fije la cuantía definitiva, todo apunta a que la AP-9 se encarecerá entorno al 2,6%. En la última década la principal vía que vertebra el eje con mayor población de Galicia encadena ya un incremento del 31% de sus tarifas. En 2009 recorrer los 219 kilómetros que unen Ferrol con la frontera portuguesa costaba 16.45 euros. Hoy, los peajes llegan a los 21,55 euros y el año que viene rondarán los 22. Pese a que la vía comenzó a construirse en la década de los 70, los conductores tendrán que seguir pagando peajes hasta el año 2048, fecha en la que se prevé el fin de la concesión a Audasa, del grupo Itínere. Mientras en Galicia las tarifas continúan al alza, en otras zonas de España las autopistas se volverán gratuitas. Desde el 1 de enero los usuarios de la AP-1 (Burgos-Armiñón), la AP-4 (Sevilla-Cádiz) y la AP-7 (Tarragona-Valencia) no tendrán que abonar peaje. El tiempo previsto para la explotación privada de la vía ha caducado. Pero en la AP-9 la concesión se ha renovado en varias ocasiones. La primera la firmó Franco en el Pazo de Meirás en el año 1973 y llegaba hasta agosto de 2012. En 1977, el Gobierno de la UCD la extendía hasta noviembre de 2013. Después, el Ejecutivo de Felipe González volvía a prorrogarla hasta 2023 al autorizar su ampliación hacia la frontera portuguesa y la gratuidad de tramos urbanos. La fecha del 18 de agosto de 2048, con la que se cumplirá el máximo legal de 75 años de explotación privada, llegaría de la mano del Gobierno de Aznar en el año 2000. Audasa mantenía el negocio a cambio de prolongar la autopista hasta Ferrol. Pero las nuevas obras de mejora y ampliación de la infraestructura gallega acometidas desde entonces harán que los precios suban más que en otras autopistas estatales, dado que muchas solo ven actualizadas sus tarifas en base a una fórmula matemática que toma como referencia el IPC. Mientras que los peajes de la mayoría de vías se incrementarán entorno al 0,84% este año, en Galicia la subida llegará al 2,64%. En 2020 se aplicará por tercer y último año un extra del 0,8% para compensar a Audasa por la gratuidad del viaje de vuelta entre Vigo y Pontevedra para los vehículos ligeros que paguen con telepeaje. Y también un 1% adicional irá a la concesionaria Audasa por los costes de la ampliación del puente de Rande en Vigo y de los accesos a Santiago. Esta subida está contemplada entre 2018 y 2037 (ambos incluidos). Solo por este concepto, en 2037 los peajes de la AP-9 serán un 20% más caros que actualmente. Viajar entre Ferrol y la frontera portuguesa costará entonces al menos 25,6 euros (4,3 más que ahora) a los que habrá que sumar aún las actualizaciones anuales del IPC que se vayan determinando. Para intentar poner freno a esta escalada constante de precios, la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez remitía esta semana una carta al secretario de Estado del ramo. A la Xunta no le cuadran las cuentas de la compensación acordada con Audasa. Las obras de ampliación de Rande y los accesos a Santiago tuvieron un coste de unos 230 millones de euros. Pero con la compensación pactada la concesionaria se embolsará hasta 2037, más de 1.400 millones. Por este motivo, Vázquez reclama al Gobierno central que pague directamente el coste de las obras (en cinco anualidades de 53,1 millones incluidas en los presupuestos generales del Estado) y anule el incremento anual del 1%. La Xunta también pide una nueva bonificación del 25% en el viaje de vuelta para los usuarios que en el mismo día laborable recorran algún tramo de la AP-9. El descuento, sumado al ya existente, permitiría un ahorro del 50% en el retorno. En la media Pese a la continua escalada de precios en la última década, Audasa defiende que las tarifas se encuentran por debajo de la media de las autopistas de peaje estatales. Según la concesionaria, el precio por kilómetro para vehículos ligeros es en la AP-9 de 11 céntimos frente a los 12 de media. Aún así, la autopista es una de las más rentables. Audasa es la sexta concesionaria por beneficios de España y la cuarta por ingresos. En el primer semestre de este año, la compañía se embolsó 71,4 millones de euros por los peajes. El beneficio neto fue de 18,8 millones, por lo que aproximadamente uno de cada cuatro euros que los gallegos depositan en las cabinas es de ganancia. Según los datos remitidos por la concesionaria a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en solo una década los propietarios de Audasa se han embolsado ya 482,22 millones de beneficio gracias a la AP-9. Aunque el Estado ha rescatado las radiales de Madrid quebradas, la recuperación para la gestión pública de la AP-9 fue rechazada por el Ejecutivo de Rajoy argumentado un elevado coste. Galicia ha solicitado asumir su competencia, pero el debate sobre esta petición sigue atascado en el Congreso. Más de 370 euros al mes por ir a trabajar de Vigo a Santiago La Autopista del Atlántico conecta cinco de las siete ciudades gallegas y da servicio al 60% de la población gallega. Pero trabajar en una urbe y vivir en otra sale caro. Solo en peajes un vigués con empleo en Santiago deberá pagar 371,58 euros al mes. La cantidad incluye el descuento del 25% en el viaje de vuelta en días laborales para los usuarios que dispongan de telepeaje. Si no, la factura mensual alcanza los 424 euros. Cada trayecto cuesta 9,65 euros. El dispositivo OBE que permite el descuento tampoco es gratuito. Adquirirlo cuesta 36 euros y a partir del segundo año hay que pagar entre 12 y 15 euros (según se pague a débito o a crédito) anuales de mantenimiento. A todos estos gastos habría que sumarle los costes del combustible. Otro de los trayectos comunes entre los trabajadores gallegos es el de Coruña-Santiago. En este caso la factura mensual, aplicando el descuento, llegaría a los 260 euros mensuales, dado que mientras no entre en vigor la nueva subida la tarifa es de 6,75 euros. Ante la escalada de los precios de los peajes muchos optan por el tren. El billete sin descuentos entre Vigo y Santiago, por ejemplo, cuesta unos 9,2 euros, más barato que el peaje. Pero los horarios y las distancias a algunos centros de trabajo que no están cerca de las estaciones dejan a muchos gallegos sin más opción que el coche.