Arrimadas propone a Sánchez una reforma electoral con un corte mínimo del 3% para dejar de rogar a los nacionalistas
Casi una hora estuvo la portavoz de Cs en el Congreso, Inés Arrimadas reunida con el candidato a la investidura, Pedro Sánchez. Le trasladó que está de acuerdo con el Sánchez de hace un mes que decía que con un Gobierno con Podemos no podría dormir y que le faltan 21 diputados más para ser presidente. “Ante ese gobierno radical”, dijo, “no podemos darle apoyo”. Porque subrayó que Podemos, al igual que ERC, dice que hay presos políticos y que hay que abrir las cárceles o que esto es un conflicto político entre España y Cataluña. Arrimadas le trasladó que, como no quiere un “ejecutivo del insomnio” le propuso la vía de los 221 constitucionalistas. “No solo estoy pensando en la investidura sino en la estabilidad de esta país” y consideró que los populistas e independentistas no pueden ser la base de un gobierno.
Arrimadas entregó a Sánchez un documento con cuatro puntos. En ella destaca que las leyes más importantes se acuerden entre los partidos constitucionalistas y que no esté integrado por Podemos y nacionalistas. Como segundo punto le propuso un pacto nacional por la educación.
Tercero, consideró que la crisis no puede volver a recaer en las clases medias y pidió que no haga Presupuestos “fake”, ni suba los impuestos a la clase trabajadora.
Reforma ley electoral
Como cuarto punto del documento, apuesta por una reforma de la ley electoral con un corte mínimo del 3-4%, como existen en otros países, con el fin de que no puedan tener representación y, por tanto, partidos nacionalistas no decidan los gobiernos. La portavoz de Cs matizó la horquilla de su propuesta ya que en el caso de ERC, que logró un 3,61% de los votos en los pasados comicios, no se verían afectados por la propuesta si fuera un 3%. Aún así, destacó que hay algunos partidos que tienen representación con un solo 1,5% porque “hay partidos con muchos votos que tienen pocos escaños y al revés”. Para Cs, el cambio de esa ley electoral supondría un “cambio positivo” porque ya no habría que rogarle “nunca más” apoyos a los nacionalistas y se mostró convencida de que esta medida tendría el apoyo de PP e incluso de barones del PSOE. La propuesta ya la hicieron los populares el pasado seis de diciembre e incluso ya se la propusieron a los socialistas.
Arrimadas destacó que “le he pedido a Sánchez que haga historia, pero no historia para mal” con el gobierno de Podemos sino que haga un gran acuerdo constitucionalistas. “Sánchez hará historia y la duda será si para mal o para bien” y le pidió que considere el documento que le entregó que son bases “moderadas y constitucionalistas”.
Sánchez no tiene asegurada la investidura e insistió ante Arrimadas que él tiene ya un acuerdo con Podemos. Ante esto, le insistió en que sí el líder del PSOE “rectifica”, aún hay una vía que se puede abrir. La portavoz de Cs en el Congreso le instó a la vía constitucionalista y le preguntó que, si en Europa puede hacerse, por qué en España no.
Arrimadas le pidió a Pablo Casado que “por favor” no le de excusas a Sánchez y que escuche a muchas personas relevantes de su partido. Lo que sí compartió con el líder del PP es que quien tiene que dar ese primer paso es Sánchez. “Creo que a los votantes del PP les gusta más la vía del 221 que la de Casado que parece que me pide que haga vicepresidente a Iglesias” y le pidió que no le facilite al líder de Podemos ostentar ese cargo. “Sánchez es el único responsable de lo que pase”, dejó claro.
En cuanto a un acuerdo de gobernabilidad, destacó que se trata de ver la estabilidad en toda la legislatura y se mostró convencida de que la vía 221 la da, frente a la suma de Podemos con 155. “Le he dicho que su gobierno Frankenstein es un gobierno inestable”, dijo la portavoz de Cs.
Negociación con ERC
Arrimadas dijo que no fue como espectadora para saber cómo van las negociaciones con ERC sino que ha ido a pedirle que se escuche a sí mismo cuando decía en sus mitines y entrevistas cuando se refería a Podemos como “un gobierno del insomnio”. Centró su reunión en tratar de pedirle que escuche al Sánchez de entonces y que piense en España y en la legislatura. “No he ido a entrevistarle, ni a preguntarle para cuándo habrá acuerdo con ERC, sino a quitarle esa idea de la cabeza y evitar que consuma esta vergüenza”.