El Hospital Clínic usa por primera vez en el mundo visión 3D en endoscopia
Hay cosas de las que todavía no se habla mucho, como de la hiperplasia benigna de próstata, que traducido al lenguaje de la calle es un agrandamiento de próstata. Y aunque no se oiga hablar, se trata de una patología muy habitual que aumenta con la edad. La mitad de los hombres de 60 años tiene un crecimiento benigno de próstata y a los 85 años, un 90 por ciento vive con esta patología.
Los hombres con esta disfunción tienen necesidad de orinar con frecuencia o urgencia, sobre todo, aumenta la frecuencia de la orina por la noche, a veces, tienen dificultad para empezar a orinar o tienen un flujo que se detiene. Esto sucede porque a medida que la glándula prostática aumenta, el flujo de la orina se obstruye en la uretra y esto incrementa la función de la vejga para eliminar la orina. Con el tiempo, el problema se agrava y con frecuencia la vegija no llega a vaciar toda la orina. Cuando los pacientes no se operan deben tomar medicación toda su vida. Por suerte tiene solución. Es más, al margen de la medicación y de la intervención quirúrgica tradicional, el Hospital Clínic ha ideado una nueva técnica para que pasar por quirófano sea lo menos traumático posible.
El doctor Antonio Alcaraz, jefe del servicio de Urología del Hospital Clínic y su colega, el doctor Javier Sánchez, cirujano del servicio de Urología, presentaron ayer su invento que permite realizar cirugías endoscópicas 3D de próstatas. Es un invento revolucionario porque es la primera vez en el mundo que se utiliza una visión en tres dimensiones para una endoscopia, esto es acceder al interior del cuerpo humano por un orificio natural con un tubo y una cámara para tratar o diagnosticar. En la cirugía láser de próstata, el cirujano inserta un visor por la punta del pene en el tubo que lleva la orina desde la vejiga. El láser que pasa a través del visor libera energía para contraer o eliminar el exceso de tejido que impide que la orina fluya.
Alcaraz habla de «un cambio de paradigma» porque mejora la precisión, ofrece menos complicaciones, menos sangrado, menos tiempo de hospitalización (1 o 2 días), facilita el aprendizaje de los cirujanos y estudian extenderlo a otros ámbitos, como el digestivo y el respiratorio.
Estrenaron la técnica a principios de año y hasta la fecha llevan 23 intervenciones con éxito. La novedad es que han conseguido dos cámaras 3D que no miden más de 5 milímetros, el máximo permitido para una endoscopia. Para hacer una endoscopia se necesitan dos cámaras. Hasta el momento, las más pequeñas medían 3,5 milímetros cada una, que sumadas hacían 7 milímetros. Para abaratar el 3D en laparoscopia, una patente china transformaba duplica en milisegundos la imagen 2D de alta definición de la cámara y la sobrepone en un ángulo concreto, de esta manera se puede observar en profundidad con unas gafas 3D. El doctor Sánchez constó que tuvieron que convencer a los diseñadores chinos para convertir la técnica a endoscopia. Ahora, quiere generalizar esta cirugía. «Nuestro departamento se ha convertido en un referente mundial», dice. «Estábamos preparados para una visión en 2D, que es como ver con un solo ojo», añade .
CONGRESO EUROPEO
Ha explicado que presentarán esta nueva técnica en el Congreso de la Sociedad Europea de Urología, que se celebra en marzo en Holanda, donde les han aceptado un vídeo, y ha añadido que también lo han empezado a probar en piedras renales pero en menos ocasiones.
El jefe de la Unidad de cirugía benigna de próstata, Javier Sánchez, ha observado que el dispositivo que tienen en cesión permite transformar en 3D cualquier imagen, y lo han ido implementando progresivamente tras usarlo por primera vez hace un año, y quieren generalizarlo al ver su "éxito".
“El aumento de esperanza de vida y de calidad de vida del varón nos obliga a hacer más tratamientos quirúrgicos”, lo que significa que deben pensar en más tratamientos endoscópicos, y ha señalado que las endoscopias ya han superado las cirugías abiertas en este campo.