Desengáñense. Las elecciones las gana, sobre todo, el instinto político. Acabamos de vivir hace seis días las elecciones parlamentarias británicas, en las que el ganador ha sido el instinto político de Boris Johnson. Y lo ha sido, principalmente, porque supo escuchar la indignación de la calle. Unos votantes furiosos que en 2016 habían dado el mayor respaldo de la historia de la democracia británica -medido en número de votos reales- a una iniciativa política. Y, desde entonces, el Parlamento británico y partes relevantes del Partido Conservador -cuyo primer ministro, David Cameron, fue el que convocó la consulta de 2016- habían hecho lo imposible por descarrilar el proceso del Brexit.
Confieso que yo siempre quise al Reino Unido dentro de la...
Ver Más