Ya hemos visto «El ascenso de Skywalker»: las claves del Episodio IX, sin «spoilers»
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ABC ya ha podido ver «El ascenso de Skywalker», y en las siguientes líneas desciframos algunas de las claves –sin destripar ningún detalle de la trama– del capítulo final de la tercera trilogía de Star Wars.
Un gran secreto revelado: los orígenes de Rey. La heroína de la nueva generación de Star War, Rey, se embarca en un viaje de toda una vida en las poco más de dos horas y veinte que dura «El ascenso de Skywalker». Al tiempo que Rey desentraña sus orígenes, el espectador descubrirá por fin de dónde sale esa chatarrera a la que, en cuanto tienen ocasión, sus enemigos le escupen a la cara eso de «tus padres no son nadie». Muchas teorías de los fan especulaban con una ascendencia noble, aunque tendrán que esperar a verlo en pantalla para confirmar si los rumores eran ciertos.
Punto final a una saga... E inicio de nuevas guerras galácticas. No cabe duda de que el objetivo que le impusieron al cineasta J. J. Abrams hace cinco años, al asumir el encargo de retomar «La guerra de las galaxias», se ha cumplido. «El ascenso de Skywalker» pone punto final a una trilogía que conecta directamente con las primeras películas que dirigió George Lucas. La unión de los personajes originales con los que recogen el testigo está cargada de emoción y nostalgia, donde todo funciona como un homenaje a los que comenzaron esta aventura. Y, al mismo tiempo, Abrams y su equipo sientan las bases para que Disney pueda seguir exprimiendo la historia en el futuro abriendo líneas argumentales por las que continuar. Eso sí, que los fans no asusten: todo lo que se tenía que cerrar, se ha cerrado.
Adiós a Carrie Fisher. Los primeros 15 minutos de película funcionan como un homenaje perfecto a la querida princesa Leia. Para sus escenas, el director ha usado recortes de las anteriores (no se nota el «pastiche» salvo que el espectador quiera ir a buscar pegas en lugar de disfrutar de la película) y los emplea para que los protagonistas principales puedan soltar alguna línea de guion a modo de despedida. Eso sí, la presencia de Leia en «El ascenso de Skywalker» no es testimonial y tendrá un cierre a la altura de lo que significó el revolucionario personaje en 1977.
Lando Calrissian (Billy Dee Williams)
Una generación que sigue dando guerra. Como prometemos arriba, ni vamos a destripar nada ni vamos a desvelar ninguna de las sorprendentes apariciones o nexos con la primera trilogía. Así que contaremos solo que hay veteranos que siguen dando guerra. No solo Chewbacca, también Lando Calrissian (Billy Dee Williams) vuelve a ponerse el traje de la Resistencia para luchar contra la primera orden.
Escenarios míticos y naves que son como de la familia. No podemos mencionar los planetas que recorren los héroes de la Resistencia en «El ascenso de Skywalker» sin arruinar la sorpresa a los fanáticos. Lo que sí aseguramos, sin temor a destripar nada, es que no les decepcionará. Los protagonistas recorren tres de los planetas fundamentales de los episodios IV, V y VI. Y eso ya es una pista muy grande de por dónde van los tiros. En esa veta nostálgica aparecen también algunas de las naves que hicieron soñar a tres generaciones. Podemos confirmar que La estrella de la muerte que aparece en el tráiler es la original, y pese a que está completamente destruida es un escenario clave del episodio IX.
Guiños y «easter eggs»: Algunos deberán recurrir a un segundo visionado de «El ascenso de Skywalker» para cazar todos los «easter eggs» y referencias que hay en sus dos horas de metraje. Hay algunos más evidentes, como Chewbacca recibiendo la medalla que perteneció a Han Solo. Otros de esos gestos que ponen una mueca de sonrisa al seguidor más apasionado es el de ver al actor Anthony Daniels luchando en una de las naves sin el traje de C-3PO. Sí, el actor que durante tanto tiempo estuvo en el anonimato bajo la coraza metálica del androide más querido de la galaxia recibe aquí un homenaje durante apenas unos segundos al interpretar a un soldado rebelde. J. J. Abrams también ha querido pasar a la historia de Star Wars delante de las cámaras, y no solo detrás. El director pone voz a D-O, un nuevo droide astromecánico, y además ha escogido a su amigo Dominic Monaghan (Charlie, en «Perdidos») para un papel secundario.
BB-8 y D-O (al que pone voz J. J. Abrams)
Nuevos personajes y muñecos para atar el futuro: Además del ya mencionado droide D-O, «El ascenso de Skywalker» presenta nuevos personajes que aseguran un futuro para la franquicia. El enigmático papel de Zorri Bliss, que está estrechamente ligado al personaje de Oscar Osaac (Poe Dameron), lo interpreta la actriz Keri Russell. Por su parte, la británica Naomi Ackie tiene un personaje muy poderoso y de gran ayuda para los rebeldes. Además, una conversación con Lando Calrissian y otra con Finn (John Boyega) apuntan a que tendrá recorrido dentro del universo Star Wars.
La británica Naomi Ackie
Espíritu de aventura. La épica, bañada con un tono de nostalgia, es el motor de la película. La batalla que aventuraba el Episodio VIII es aquí inevitable, y se alarga muchos minutos. Hasta que llega, además, no paran de sucederse enfrentamientos que los locos de las galaxias llevan años esperando. El ritmo de «El ascenso de Skywalker» recuerda, por su parte, al de «Vengadores: Endgame»: la tensión cargada la épica eleva la emoción y la dispara hasta el último golpe de sable láser. Cuando todo acaba (y lo hace además con una referencia que será el póster de la nueva generación) el espectador tiene que tomarse unos minutos para respirar de nuevo.
Los caballeros de Ren. Tras infundir temor en la galaxia durante los últimos episodios, los caballeros de Ren tendrán en «El ascenso de Skywalker» la oportunidad de demostrar toda su fiereza. En manos del fanático de La guerra de las galaxias queda juzgar cómo ha tratado J. J. Abrams y su equipo al temible escuadrón.
J. J. Abrams, el nuevo Lucas. La presidenta de Lucasfilm, Kathleen Kennedy, ya dijo al presentar el Episodio IX que «Abrams ha traído más profundidad a "Star Wars" que George Lucas». Esta última trilogía ha utilizado constantemente referencias de las tres originales, y parece que Abrams quiere ser el nuevo Lucas. En «El ascenso de Skywalker» todo «parece» de la guerra de las galaxias. Lejos quedan aquellos «monstruos por ordenador» del Episodio I. Aquí todo tiene ese toque de «artesano», las criaturas son realistas y las batallas no son un videojuego. Incluso la cueva del nuevo planeta al que viajan algunos protagonistas tiene apariencia de cartón piedra. A la vieja usanza, que es como gusta a los nostálgicos de La guerra de las galaxias.