Trampantojo
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El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha atendido la llamada de Sánchez, como no podía ser de otra forma, y seguro que le ha dado su opinión contraria a la jugada que pretende para seguir en la Moncloa, pero a buen seguro que no ha perdido la ocasión para pedir diálogo para abordar cuestiones tan importantes como las entregas a cuenta, la financiación autonómica o el déficit de infraestructuras que tiene la comunidad. Estos sí que son los asuntos que de verdad tienen que abordar el Gobierno de España y el de Castilla y León y no la aritmética parlamentaria para alcanzar la investidura y formar Gobierno, porque es una tarea que la Constitución Española otorga al entendimiento entre los grupos parlamentarios que son, al fin y a la postre, los que deben emitir los votos que permitan esa investidura.
Todas estas maniobras de Pedro Sánchez van a perjudicar, si no lo hacen ya, al PSOE en Castilla y León que tiene muy difícil justificar y dar cobertura a maniobras que en el interior gustan poco. La sensación de que el independentismo marca los tiempos y que el PSOE en Cataluña, el PSC, proclama un tratamiento altamente diferenciado según qué territorios, se puede convertir en un lastre de muy difícil gestión en comunidades como la nuestra, donde la tarea de oposición se va a encontrar el muro de las constantes referencias al papel del partido en la vida nacional y eso acaba por hacer mella en las expectativas electorales.