El chicle permanente
Llevamos todo el año estirando un chicle político que ya me ha cansado hasta a mí, que soy todo paciencia. Me imagino a las parejas de las personas interesadas, cuando llegan a casa y se encuentran con todo ese estrés del día verbalizado en cuestión de segundos, sin dejar hablar, apenas sin respirar. ¿Y todo a cambio de qué, de una simple futura pensión de al menos 2.500€? No sé si merece la pena tanto esfuerzo.