Los 25 mejores peloteros cubanos en el béisbol de Estados Unidos
WEST PALM BEACH, Estados Unidos. – Cuba, otrora segunda potencia beisbolera del mundo dejó de exportar sus jugadores a la pelota de Estados Unidos cuando en 1961 el régimen de Fidel Castro, de manera absurda y autoritaria, abolió la Liga Profesional Cubana.
Pasaron décadas para que los peloteros nacidos en la isla pudieran vestir uniformes de equipos de Grandes Ligas. Y cuando buscaron progreso económico y profesional fueron escapando de la isla con salidas ilegales.
En estos momentos, existe un renacer del pelotero cubano en Norteamérica, con más de 30 de ellos que actuaron en Ligas Mayores en 2019. Algunos en plan estelar, unidos a varias decenas de prospectos que desarrollan sus habilidades en Ligas Menores.
Hoy queremos mencionar a 25 cubanos en la historia del béisbol profesional de Estados Unidos: los que actuaron cuando la isla era la mayor cantera de jugadores, aquellos que llegaron en el momento que se eliminó el profesionalismo, los últimos que jugaron en Series Nacionales y los que brillaron en las Ligas Negras en épocas donde en Grandes Ligas se discriminaba por el color de la piel.
Toda comparación no está exenta de polémicas, pues las opiniones difieren y deben ser respetadas. Usted puede estar de acuerdo con nuestra lista o agregar algún jugador que considere merecerlo, pero esta es nuestra selección de los 25 mejores peloteros cubanos en la historia del béisbol profesional de Estados Unidos, con dos menciones de honor.
¡Bienvenido al debate respetuoso!
1. Rafael Palmeiro. Nació en La Habana. Creció y desarrolló su carrera en Estados Unidos. Si hablamos por estadísticas, Rafael Palmeiro es el más destacado cubano en Grandes Ligas. Se encuentra en el grupo élite de seis bateadores con 500 jonrones y 3 000 imparables. Los otros cinco fueron Hank Aaron, Willie Mays, Eddie Murray, Albert Pujols y Alex Rodríguez. Con 569 jonrones, 1 835 impulsadas y 3 020 incogibles su nombre debería estar en el Salón de la Fama. Pero sus declaraciones en el Congreso de Estados Unidos y su positivo por esteroides siguen en la mente de los periodistas, convirtiéndose en una barrera difícil de romper para llegar a Cooperstown.
2. Tony Pérez. Oriundo de Camagüey. Terminó su carrera con 379 jonrones y 1 652 impulsadas. Sumó siete temporadas con más de 100 remolcadas y fue uno de los mejores en este renglón ofensivo en su etapa de esplendor. Por méritos propios, fue elegido al Salón de la Fama en 2000.
3. Luis Tiant (Tiante). Nacido en La Habana. Sumó 229 victorias, 172 derrotas y efectividad de 3.30. Ponchó a 2 416 bateadores. Ganó más de 20 juegos en cuatro temporadas y fue uno de los mejores serpentineros de su época. Su nombre debería estar en el Salón de la Fama, pero sigue esperando a que la justicia lo ubique en el lugar que merece.
4. Tony Oliva. Nació en Pinar del Río. Fue uno de los mejores bateadores de su generación. Con los Mellizos de Minnesota ganó tres coronas de bateo, lideró cinco veces en imparables, ganó el premio Novato del Año en 1964, terminó segundo dos veces por el galardón de Más Valioso y con promedio de .304. Actuó sólo en 10 temporadas en buena forma física debido a una seria lesión que le afectó su carrera. Su nombre debería estar en Cooperstown por la labor que realizó en sus 10 años de buena forma, pero la decisión la tiene el Comité de Veteranos.
5. Orestes Miñoso (Minnie, El Cometa Cubano). Oriundo de Matanzas. Por el problema racial que existía en su época tuvo que jugar con los New York Cubans en las Ligas Negras de Estados Unidos antes de su debut con Cleveland y su brillante carrera con los Medias Blancas. Fue el primer pelotero negro latino en Grandes Ligas y con el equipo de Chicago de la Liga Americana. Excelente robador de bases, bateador de promedio y fuerza, terminó con average de .298 y fue un buen jardinero izquierdo. A mi juicio, merece estar en Cooperstown al igual que otras figuras que lo están por alternar con igual nivel entre las Ligas Negras y Grandes Ligas. Su nombre ha sido olvidado por el Comité de Veteranos.
6. José Canseco. Nació en La Habana y creció en Miami. Sumó 462 jonrones, remolcó 1 407 carreras y se estafó 200 bases. Fue el primer jugador de Grandes Ligas en dar 40 jonrones y robar 40 bases (42-40) en una temporada. Ganó los premios Novato del Año en 1986 y Jugador Más Valioso en 1988.
7. Camilo Pascual. Nacido en La Habana. Brilló en la pelota profesional cubana en la década del cincuenta con los Elefantes del Cienfuegos. Fue uno de los lanzadores con mejor lanzamiento de curva en Grandes Ligas. Ganó más de 20 juegos en dos temporadas. Retiró a 2 167 bateadores por la vía de los strikes. Lideró en tres ocasiones en ponches propinados, blanqueadas y juegos completos. Terminó con 174 victorias y efectividad de 3.63 actuando en gran parte de su carrera con un equipo sotanero como los Senadores de Washington.
8. Miguel Cuéllar. Nació en Las Villas. Es el único serpentinero cubano en ganar el premio Cy Young (1969). Terminó su carrera con 185 victorias, 130 derrotas y efectividad de 3.14. Sumó más de 20 triunfos en tres temporadas.
9. Adolfo Luque (Papá Montero). Oriundo de La Habana. Leyenda del béisbol profesional cubano como lanzador y manager. En Grandes Ligas ganó 194 juegos, perdió 179 con efectividad de 3.24. En 1923 lideró en victorias con 27, carreras limpias (1.93), promedio de ganados y perdidos (.771), repitiendo en efectividad en 1925 con 2.63.
10. Dagoberto Campaneris (Bert). Nació en Matanzas. Está ubicado en el lugar 14 de todos los tiempos en bases robadas en Grandes Ligas, con 649. Sumó 2 249 imparables, lideró en estafas durante seis temporadas, en incogibles en una ocasión (1968) y en triple (1965).
11. José Cardenal. Natural de Matanzas. En 18 temporadas de Grandes Ligas terminó con promedio de bateo de .275, pegó 1 913 imparables, 138 jonrones, 775 carreras impulsadas y 329 estafas. A la defensa, fue un excelente jardinero central.
12. Tony Taylor. Nació en Matanzas. Dio 2 007 imparables, anotó 1,005 carreras, se robó 234 bases y terminó con average de .261. Buen jugador defensivo como intermedista y también en tercera base.
13. Octavio Rojas (Cookie). Oriundo de La Habana. Sumó 1 660 imparables, tuvo promedio de .263 en su carrera y en dos temporadas superó la marca de los .300. A la defensa fue uno de los mejores intermedistas de su época, liderando tres veces en promedio defensivo, una vez en doble matanzas con 110 en 1968; así como en asistencias y outs realizados.
14. Leonardo Cárdenas (Leo). Nació en Matanzas. Pegó 1 725 incogibles, dio 118 jonrones, remolcó 689 carreras y anotó 662. A la defensa fue uno de los mejores torpederos de su etapa con un excelente desplazamiento hacia todos los ángulos del terreno. Ganó el Premio Guante de Oro en 1965, lideró en cuatro ocasiones en outs realizados, una en asistencias con 570 (1965), dos en doble matanzas, tres en promedio de fildeo y cinco en total de partidos actuando en su posición.
15. Tony González (Haitiano). Nacido en el Central Cunagua, Las Villas. Un bateador de promedio que tuvo cuatro temporadas por encima de la marca de los .300. En su carrera terminó con average de .286 y embasamiento de .350. A la defensa, uno de los mejores en el bosque central. Lideró en dos ocasiones en promedio de fildeo, terminando inmaculado sin errores en 1962 en 110 juegos y 969.2 entradas. Cubría mucho terreno en el campo central y su brazo era poderoso.
16. Liván Hernández. Nació en Las Villas. Fue un lanzador que nunca estuvo en la lista de lesionados durante su carrera de 17 temporadas, sumando 177 victorias en Grandes Ligas. Lideró tres veces en entradas lanzadas, dos en aperturas y en otras dos en juegos completos. En 1997, con los Florida Marlins, ganó el premio de Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y luego en la Serie Mundial frente a los Indios de Cleveland.
Jugadores en activo
José Abreu (Pito). Natural de Cienfuegos. Comenzó en Grandes Ligas a los 27 años y desde su debut ha estado repartiendo batazos de todas las dimensiones. En seis temporadas suma 179 jonrones, 611 impulsadas, .349 de embasamiento y promedio de .293 con un slugging de .513. Cuatro veces ha superado los 30 cuadrangulares, en cinco ocasiones las 100 remolcadas, siendo líder en 2019 con 123. Ganó el premio de Mejor Novato en 2014 y ha actuado en tres Juegos de Estrellas. En estos momentos es uno de los mejores bateadores de ambos circuitos.
Aroldis Chapman (El Misil Cubano). Nació en Holguín. Es el lanzador que ha tirado el lanzamiento con mayor velocidad en la historia de Grandes Ligas. Suma 273 juegos salvados, 883 ponches en 525.2 entradas y ganó el premio de Mejor Relevista del 2019. Si logra mantenerse con salud pudiera superar los 450 salvados para ingresar en la lista de los mejores de todos los tiempos.
Yasmani Grandal. De Güira de Melena, antigua provincia Habana (ahora Artemisa). Ha sido el receptor cubano más completo en Grandes Ligas. Suma 141 jonrones, 416 remolcadas y un embasamiento de .348. Su producción en carreras y cuadrangulares ha ido en aumento en las últimas cuatro temporadas. A la defensa realiza un buen trabajo detrás del plato.
Yuli Gurriel (La Piña). Nació en Sancti Spíritus. Llegó muy tarde al béisbol de Grandes Ligas (32 años). De haberlo hecho jovencito, hubiera estado entre las superestrellas de esta pelota. Aun así, en sólo tres temporadas y media se considera una luminaria que promedia .293, con 516 imparables, 123 dobles, 279 impulsadas, 237 anotadas y embasamiento de .330. A la defensa, brillante en la inicial, en la antesala y en la intermedia. Fue uno de los grandes peloteros de las Series Nacionales y con el uniforme del equipo Cuba en eventos internacionales.
Yasiel Puig (Caballo Loco). Natural de Cienfuegos. Aunque no ha llegado al nivel del talento natural que posee, todavía es joven (29 años) y reúne el potencial para sumar mejores números. Acumula 132 jonrones, 415 impulsadas, 441 anotadas, 834 imparables, 79 bases robadas, .348 de embasamiento y .277 de promedio. Su defensa es excelente, con un brazo poderoso y tiros precisos a las bases.
Yoenis Céspedes (La Potencia). Oriundo de Campechuela, provincia Granma. En siete temporadas de Grandes Ligas, con sólo cinco de actuación completa, suma 163 jonrones, 524 impulsadas, 865 imparables, slugging de .498 y .274 de promedio. En cinco campañas ha sumado más de 80 remolques; dos de ellas por encima de 100. También ha superado los 20 jonrones en cinco ocasiones con dos por arriba de 30. Sus números son buenos hasta el momento, pero ha tenido lesiones serias que lo sacaron del juego en los dos últimos años y han puesto en peligro su carrera.
Cubanos en ligas negras
Martín Dihigo (El Inmortal). Nació en Matanzas. Estrella de la pelota profesional cubana, de los torneos de Latinoamérica y de las Ligas Negras de Estados Unidos. Está considerado el jugador más versátil de todos los tiempos. Fue elegido a Cooperstown en 1977 por el Comité Especial de las Ligas Negras.
Cristóbal Torriente. Nació en Cienfuegos. Considerado uno de los mejores bateadores en la historia de las Ligas Negras de Estados Unidos y en la pelota profesional cubana. Sobre Cristóbal Torriente y José Méndez dijo en una ocasión el grandioso Babe Ruth: “Con Torriente y Méndez en mi equipo ganamos el campeonato en el mes de septiembre y nos vamos de pesca en espera de la Serie Mundial’’. Pertenece a Cooperstown desde el 2006, elegido por el Comité Especial de dicho béisbol.
José de la Caridad Méndez (El Diamante Negro). Nació en Cárdenas, Matanzas. Uno de los grandes serpentineros en la historia de las Ligas Negras de Estados Unidos. Derrotó en varias ocasiones a equipos de Grandes Ligas en partidos de exhibición. El famoso manager John McGraw, dijo lo siguiente sobre Méndez: “Si pudiera pintarlo de blanco sería uno de los mejores lanzadores de Grandes Ligas’’. Su nombre está en Cooperstown desde el 2006, elegido por el Comité Especial de las Ligas Negras.
Menciones especiales
Por las Grandes Ligas: Orlando Hernández (El Duque). Nació en Villa Clara. Lanzador inteligente y efectivo frente a bateadores derechos. Se inició tarde en Grandes Ligas sumando sólo 90 triunfos, con 60 reveses y 4.14 de efectividad. Sus números no fueron de excelencia en temporada regular, pero sí brilló en cinco Series Mundiales con la dinastía de los Yankees de Nueva York (4) y con los Medias Blancas de Chicago (1). En 1999, ganó el premio de Jugador Más Valioso en la Serie de Campeonato de la Liga Americana. En series de postemporada sumó nueve triunfos con tres derrotas y 2.55 de efectividad.
Por las ligas negras: Alejandro Oms. “El Caballero”. Excelente bateador de promedio en las Ligas Negras de Estados Unidos y en la pelota profesional cubana. Buen jardinero defensivo y corredor rápido en las bases. Para muchos, Oms merece estar en Cooperstown por su brillante historial en las Ligas donde sólo la pelota era blanca.
NOTA: Entre los jugadores activos con posibilidades de integrar este grupo en un futuro cercano o mediano: Yordan Álvarez, Jorge Soler, Yoan Moncada y José Iglesias.
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