La tarta fácil con kiwi y coco que sabe a mazapán

El kiwi es una fruta tremendamente atractiva e insólita por su aspecto, colores y sabor. Los neozelandeses bautizaron como tal a la actinidia deliciosa, planta trepadora de la que nacían estas bayas y cuyo origen estaba en China. El kiwi más popular es el verde, rico en clorofila, pero también existen variedades amarillas, rojas o moradas. Su fina piel peluda se mantiene igual durante toda la maduración. Tras la recogida se suele mantener en cámara a 0º C y la fruta, naturalmente rica en almidones comienza lentamente a transformar estos en azúcares. Los kiwis son además ricos en vitamina C y carotenoides.


El kiwi, producido en grandes cantidades desde la década de los 70 en Nueva Zelanda, se cultiva desde hace décadas también en nuestro país. Galicia es la comunidad con una mayor producción rebasando el 65% del total seguida de Asturias, Cantabria, País Vasco y Navarra. El invierno es su estación y créeme si te digo que si no te los comes ahora, los vas a echar mucho de menos, mejor precio, en su mejor momento y sobre todo por su incomparable sabor dulce. Es de esas frutas que podría comer cada día y nunca me cansaría... Con un ligero toque ácido, por lo jugoso que es, por su color, por su exotismo... ¡Hasta por lo bien que queda en las fotos! Me encanta el kiwi, y si es nacional ¡mejor aún!


Ingredientes para la baseAlmendras tostadas sin piel1 tazaDátiles Medjool deshuesados1 tazaSalAl gustoCanela1 cucharadaRalladura de limón1/2Podemos incluirlos fácilmente en nuestra alimentación ya que el simple hecho de pelarlo y comérselo a mordiscos es un verdadero placer. De hecho somos uno de los países que más kiwi consume a nivel mundial, superando los 3 Kg. por habitante y año. Lo podemos trocear sobre yogur o en ensaladas, hacer polos y helados e incluso algún bizcocho. Su sabor afrutado con matices delicados y herbáceos es suficiente para no necesitar mucho acompañamiento, pero hoy, te traigo una receta que he desarrollado especialmente para estas fiestas en la que el kiwi resulta un acompañamiento perfecto en términos de sabor y textura. Es dulce, pero no demasiado, sin azúcares añadidos. Sobre todo es un postre con aroma a fiestas y a invierno, por la infusión de canela y cardamomo y el toque de limón, dátil y frutos secos. Casi podríamos decir que nos recuerda ligeramente a un mazapán, pero resulta mucho más fresco y ligero. ¿Te atreves a prepararlo?


Ingredientes para el rellenoLeche de coco (en lata-light)1 brickAnacardos crudos remojados1 tazaCoco rallado1/3 taza1 C. de pasta de dátil (o bien 1 o 2 dátiles Medjool)Zumo de medio limónAgar-agar en polvo (1 sobre)2 gramosCanela1 ramaSemillas de cardamomo6Kiwis verdes4Preparación
Comenzar por triturar ligeramente la almendra en el robot y añadir el dátil deshuesado, la canela y la ralladura de limón, se deben notar los trozos de almendra.


Forrar la base del monde desmontable con papel vegetal haciendo un círculo de su tamaño. Sobre él volcar la mezcla y aplastarla con las manos. Refrigerar para que se endurezca.


En ¼ de taza de agua disolver el agar-agar. En un cazo colocar la leche de coco, la canela en rama y el cardamomo y sin dejar de remover, llevar a hervor. Incorporar entonces el agar-agar. Remover durante un par de minutos más, retirar y colar.


En el robot de cocina triturar los anacardos remojados y sin parar, ir incorporando el dátil, la leche de coco ligera, el coco rallado y el zumo de limón hasta conseguir una mezcla cremosa. Volcar esta mezcla sobre la base y volver a refrigerar.


A la hora de presentar pelar y cortar los kiwis en rodajas y decorar. Y así conseguimos un dulce natural con fruta de temporada y especias que recuerdan a la Navidad.