El actual modelo económico basa su esencia en la extracción y empleo continuo de energía y recursos minerales. Existen propuestas políticas que buscan revertir el uso de combustibles fósiles como fuente de energía, hacia otras formas como el sol y el viento, pero no cambian la esencia: extracción y empleo continuo de energía y recursos. Ambos modelos atentan contra los límites físicos del planeta.