Así eran los espectaculares dormitorios floreales de Pompeya

Pompeya nos regala para esta Navidad la visión de algunos de los frescos más bellos de pinturas de jardín encontrados en la antigua ciudad romana destruida por el Vesubio en el 79 d.C. Limones y madroños, frutales y plantas ornamentales, pájaros que revolotean y una higuera con una serpiente. Así se decoraban los dormitorios (cubicoli floreali) de la casa del Frutteto (huerto) en Pompeya. Mañana y el viernes los visitantes podrán observar de cerca el delicado trabajo de restauración que se realiza actualmente. Durante estas dos jornadas, los restauradores estarán a disposición de los turistas para mostrar y contar las minuciosas técnicas de restauración que se aplican a estas pinturas. Es una ocasión única para admirar cómo se recuperan los mínimos detalles y los colores. La apertura definitiva de la domus está prevista para el próximo 1 de febrero, una vez concluida la restauración.


En general, este tipo de pinturas se realizaba en los ambientes de acogida o de representación de las casas. Aquí, en esta domus de via de la Abbondanza, se hizo en el área privada, en dos dormitorios. Se trata de una exuberante vegetación plasmada en unos frescos con extrema precisión. Representan en uno de los dormitorios un jardín luminoso, imaginado durante el día en la plenitud de la vegetación. La precisión de detalles permite reconocer las especies de plantas. En el otro dormitorio el jardín aparece inmerso en la oscuridad de la noche, con tres árboles de diverso tamaño, incluida una gran higuera con la serpiente, expresión de un deseo de prosperidad.


En algunos ambientes de la casa los frescos se ven enriquecidos con motivos de influencia egipcia, concretamente referencias a Isis, una de las principales diosas de la religión del Antiguo Egipto cuyo culto se extendió por el mundo grecorromano. Se creía que ayudaba a los muertos a entrar en la otra vida. Probablemente, el propietario de la casa del Frutteto era un devoto de Isis. En Pompeya había un pequeño templo del siglo II a.C. dedicado a esta diosa egipcia. Fue destruido en el terremoto del año 62 y después reconstruido casi en su totalidad. La erupción del Vesubio lo dejó sepultado bajo cenizas y lapilli, siendo desenterrado en las excavaciones en 1764.


Los jardines ornamentales, ya fueran representados en las paredes con el fin de ampliar el espacio visual de los ambientes, o bien como espacios verdes internos, eran característicos en muchas habitaciones y salas de Pompeya, cuando la dimensión de la vivienda lo permitía. Precisamente, dos espléndidos ejemplos de jardines interiores son los de la casa de Efebo y de Trittolemo. Recientemente han sido restaurados y han recobrado su antiguo esplendor, manteniendo los criterios histórico-botánicos en la elección de las esencias. Durante las fiestas navideñas, desde el día 23, los visitantes de la antigua ciudad romana podrán admirar estas y otras casas pompeyanas caracterizadas por una bella vegetación. Con orgullo Pompeya muestra un auténtico itinerario verde.