Las sonadas ausencias en el almuerzo de Navidad más polémico de la Familia Real británica
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No obstante, la vida sigue adelante y ninguno de estos contratiempos ha podido impedir que la Reina Isabel II reúna en el Palacio de Buckinham a sus seres queridos para celebrar su tradicional almuerzo de Navidad. Hasta allí se han desplazado los Duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, junto a sus tres hijos. Eso sí, cada uno ha conducido su propio vehículo, por lo que han llegado en diferentes coches.
También el Príncipe Carlos, junto a Camila de Cornualles, la Princesa Ana -única hija de Isabel II- y su marido, Timothy Laurence. Eduardo de Wessex, -hijo pequeño de la monarca- que llegaba en distinto vehículo al de su mujer, Sophia, y su hija Luisa tampoco han querido perderse esta cita tan especial que da el pistoletazo de salida a las fiestas navideñas.
No obstante, la asistencia más esperada era la del Príncipe Andrés quien, según la prensa británica, ha asistido obligado por la propia Isabel II. Allí se ha encontrado con sus hijas Eugenia y Beatriz de York, quien está pasando un muy mal momento como consecuencia del escándalo en el que está implicado su padre. Asimismo, ha compartido mesa con el Príncipe Carlos, de quien se dice que ha sido uno de los más duros con el Duque de York en estos momentos y quien, junto a su madre, le habría instado instó a abandonar sus funciones públicas.
La gran ausencia ha sido sin duda la de los Duques de Sussex, Meghan y Harry, quienes han decidido pasar las fiestas fuera del Reino Unido para poner tierra de por medio tras su guerra con la prensa. Una decisión que no habría entusiasmado nada a la Reina ni al resto de la familia. Tampoco se ha dejado ver a su llegada Felipe de Edimburgo, que de no haber acudido se convertiría en una de las ausencias menos esperadas,