El Becerril quiere seguir en su sueño copero: «A ganas y a ilusión no nos van a ganar»

El sueño comenzó el día que Becerril, un municipio palentino de 750 habitantes, debutó en la Copa del Rey. Sólo con la presencia de su equipo en la competición ya hizo historia, era el pueblo más pequeño en participar a lo largo de los 117 años de la competición.


Pero dio un paso más cuando en la primera eliminatoria venció al Urraca asturiano por 1-0 y consiguió clasificarse para la siguiente ronda. La ilusión sigue intacta y, por eso, el modesto equipo palentino peleará este jueves por continuar su gesta y vencer a la Real Sociedad.



La Balastera, el estadio al que ha tenido que mudarse «El Bece» para disputar su partido con un equipo de Primera, se llenará. Ya se han agotado las 7.500 entradas que se pusieron a la venta -300 para la hinchada vasca-. Y es que, tanto la ciudad como el pueblo, se volcarán con los morados para que no les falte apoyo en el que será el partido más importante de su trayectoria. Pero, para no desligarse del todo de su estadio, será el exatleta Mariano Haro, que da nombre al campo del Becerril, el que realice el saque de honor.


«Palencia tiene ya ganas de ver un club de la máxima categoría porque hace tiempo que no se ve», ha asegurado el presidente del conjunto palentino, Juan Antonio Redondo. Ultiman ya todos los detalles para que la organización esté a la altura de lo que se espera. «Estoy nervioso porque todo salga bien», ha expresado Redondo. Lo que tiene claro es que «hay que seguir soñando y ojalá no nos despierten», ha expresado.


Si hay algunos modestos que ya están dando la sopresa -el Jaén eliminó este martes al Alavés-, ¿por qué no va a poder hacerlo el Becerril?, se preguntaba su presidente. Por eso, lo que esperan es poder «hacer un partido digno» en el que pondrán «el 120 por ciento» en el campo.


Su entrenador, Eduardo Narganes, lo garantiza y, aunque es consciente de la dificultad -«ellos son un equipo profesional y aquí nadie vive del fútbol»-, tiene muy claro que «a ganas y a ilusión» no nos les van a ganar.


Mientras, los jugadores, de los que tan solo uno reside en Becerril, continúan preparando el partido entrenando a partir de las ocho de la tarde, cuando sus trabajos se lo permiten. «Por el momento no están nerviosos, supongo que lo estarán cuando llegue el día», ha concluido su técnico.