“He decidido intentar capturar a Noriega y poner fin a esto”
Tres meses después de la invasión de Panamá, el presidente George Bush llamó a Guillermo Endara, el político que tomó las riendas del país centroamericano tras el derrocamiento de Noriega. Endara había telefoneado a la Casa Blanca para darle las gracias por la posicion de Bush en Panamá: “Solo llamaba para transmitirle el sentimiento de gratitud que el Gobierno y el pueblo de Panamá tienen con su país, y especialmente con usted. Si viene a Panamá y se presenta a las elecciones, ganaría cualquier cargo”, le dijo Endara.
-Tenga cuidado, que a lo mejor aparezco, le respondió el inquilino de la Casa Blanca.
En esa conversación telefónica, Bush promete al nuevo presidente panameño presionar al Congreso estadounidense para enviar ayuda económica de manera urgente. Endara le explica que su gobierno está haciendo todo lo posible para colaborar con EE UU en lavado de dinero y tráfico de drogas. “Queremos reconstruir la economía con dinero limpio, con dinero de los impuestos de los panameños y no con dinero de la droga”.
Durante meses, antes y después de la invasión, Endara y Bush mantuvieron varias conversaciones telefónicas. En ellas, el mandatario estadounidense mostró su interés por deshacerse de Noriega. Estados Unidos no había reconocido el resultado de las elecciones panameñas del 7 de mayo, en las que venció Noriega bajo acusaciones de fraude. De hecho, Bush consideraba que Endara era el presidente electo, y así es como le llamaba.
Este documento es uno de los muchos que la web Panamá Files ha puesto a disposición del público. Panama Files es una plataforma periodística que trabaja con el colectivo de periodista Concolon para ofrecer material desclasificado con transcripciones completas de las llamadas telefónicas entre Bush y otros mandatarios latinoamericanos, entre otros documentos.
![Transcripción de la conversación de George Bush con Carlos Menem](https://www.larazon.es/resizer/_t6anIRnaDyvfjzqQqksqaCBB8k=/arc-photo-larazon.s3.amazonaws.com/eu-central-1-prod/public/N77BDO23AFDJ7GPNRGGGPENLZQ.jpg)
En la conversación que Bush mantuvo con el presidente venezolano Carlos Andrés Pérez el 20 de diciembre, el mismo día en que se inició la invasión, el líder norteamericano le dice que ha tomado la determinación de detener a Noriega y poner fin a la situación. “Hemos intentado una solución diplomática. Hemos intentado una solución a través de la Organización de Estados Americanos. Muchos de sus colegas del sur han sido muy útiles, incluido usted, en este asunto. Finalmente ha llegado el momento”, le explica Bush, que dice estar preocupado por la muerte de más inocentes. “He decidido intentar capturar a Noriega y poner fin a esto”.
En la conversación telefónica con el presidente argentino, Carlos Menem, Bush le da detalles de la incursión militar y le explica los objetivos de su decisión. “Soy consciente de la preocupación de nuestros amigos por la intervención, pero no podía quedarme sentado y ver como se ponen en riesgo las vidas de americanos inocentes”. Menem le pide que le explique la situación de Noriega, en ese momento escondido en algún lugar de la capital panameña, y le dice que le mantenga informado ante cualquier novedad.
Bush también telefoneó durante la madrugada a Carlos Salinas de Gortari, el presidente de México, para informarle de lo que estaba sucediendo. A los tres mandatarios les expuso los beneficios de la intervención militar. Bush prometió que EE UU levantaría las sanciones a Panamá, traería la democracia y las libertades y permitiría el acceso de barcos con bandera panameña a Estados Unidos.