Por José Ramón Ripoll. Si la poesía es una consecuencia de la música (
Primo la música e poi le parole, según el título de la ópera de Salieri), está claro que la figura y la obra de Federico García Lorca ejemplifican tal contingencia. Podría decirse que casi toda su producción literaria habría tomado otra forma muy distinta a la adoptada si no hubiera sido por su notable bagaje musical. Lorca estuvo desde niño rodeado de música. Su bisabuelo paterno cantaba y tocaba la guitarra, y transmitía a todos sus descendientes la afición y los conocimientos sonoros. [...]