Caminos, oficios y leyendas para descubrir la Sierra de Guadarrama

«¿Eres tú?», se preguntaba Antonio Machado al sentir el aire serrano de Valsaín, durante una de sus visitas en 1911. La «sierra de sus tardes madrileñas», que él veía en «azul pintada», guarda tantos secretos como la tradición oral es capaz de cobijar. Sus «barrancos hondos» y sus «cumbres agrias», que inspiraron al poeta sevillano, invitan a ser descubiertos incluso con el frío del invierno. Quienes viven allí, en la Sierra de Guadarrama, heredan un bagaje de conocimientos populares sobre el privilegiado entorno que les rodea y los oficios que forjaron el carácter acogedor de sus pueblos. La Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Navacerrada han organizado un itinerario para descubrir su historia. Bajo el título de «Caminos, oficios y leyendas en torno a Navacerrada» la actividad, que arrancará el próximo sábado a las 10 horas desde la Oficina de Turismo del municipio (en el Paseo de los Españoles s/n), trazará un recorrido por su patrimonio natural e intangible. Una forma de fomentar la actividad física en familia que se enmarca en el programa «Madrid Región Activa». De la mano de un experto, quienes se acerquen hasta el municipio serrano «viajarán» lo largo de los siglos para conocer la transcendencia de sus caminos históricos, usados por oficios perdidos como los gabarreros que sacaban leña de sus montañas o los arrieros que transportaron todo tipo de pesadas mercancías. «Hazañas y formas de vida de los habitantes que modelaron este pueblo en las diferentes etapas de la historia», informan sus organizadores. La historia, paso a paso El recorrido partirá por las calles de Navacerrada dedicadas a los médicos de la corriente Higienista, que vieron en estas montañas un lugar para sanar las enfermedades respiratorias. De ella quedan hoy como testigo los esqueletos de los enormes sanatorios, ya abandonados, que se construyeron en su entorno. Adentrados en esos caminos, el guía recreará los saberes de las gentes segovianas, fundamentalmente pastores, que se asentaron allí en la Edad Media aprovechando los caminos romanos que existían para su Trashumancia. Esquiladores, neveros, resineros, canteros, hacheros o carboneros, entre otros muchos oficios hoy olvidados, se forjaron en un ambiente entonces inhóspito que derivó con los siglos en el rincón, casi un refugio, en el que los madrileños encontraron el aire limpio y puro que la cercana capital no les deja respirar. En el paseo se podrán ver las caprichosas formas de su orografía, con esos «barrancos hondos» que impactaron a Machado o los suaves collados que han aprovechado los ganaderos desde tiempos inmemoriales. De vuelta al punto de partida, los paseantes conocerán además cómo reyes y nobles utilizaron los caminos que atraviesan la Sierra de Guadarrama para llegar hasta sus palacios y el uso estratégico que, durante la Guerra Civil tuvieron estas sendas y las que trazó la llegada del ferrocarril a Cercedilla. La actividad está dirigida al público en general, aunque el número máximo de participantes es de 30, informa el Ejecutivo regional. «Para su correcta realización se recomienda acudir con calzado y ropa cómodos y adecuados para posibles cambios meteorológicos». Aquellos que quieran participar deben inscribirse en la Oficina de Turismo de Navacerrada o enviando un correo a cocreasalud@gmail.com. «Madrid Región Activa» El programa «Madrid Región Activa» en el que se enmarca esta ruta familiar pretende «abordar la problemática del sedentarismo en todas sus facetas». Según el Gobierno regional, tiene por pilares básicos desarrollar programas de la mano de agentes deportivos públicos y privados; apoyar iniciativas como estos paseos por la naturaleza; o sensibilizar sobre los beneficios de la práctica de actividad física al aire libre. La experiencia supone una forma novedosa de acercarse hasta este enclave del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, en plenas fiestas navideñas.