Junco: «Ojalá encontremos madera de los barcos de Cortés el próximo año»

Como casi todos los de su gremio, Roberto Junco va a la oficina algunos días vestido con chaqueta, sosteniendo informes y papeles, y otros días vestido con neopreno y sosteniendo botellas de aire comprimido. Así es el trabajo del arqueólogo responsable de los proyectos subacuáticos en México. Da envidia saber cuántos proyectos tiene en marcha ahora mismo. Como subdirector del INAH (Subdirección de Arqueología Subacuática) es quien mejor puede valorar lo que está suponiendo la búsqueda de los barcos de Hernán Cortés. Él codirige el proyecto en la Villa Rica, unas 50 millas al norte de la ciudad de Veracruz. En solo dos campañas han hallado tres anclas del siglo XVI, orientadas según una lógica portuaria y «no puede ir mejor, la metodología está funcionando y sentimos que cada día estamos mas cerca de nuestro objetivo»: restos de la madera de los barcos que el conquistador español ordenó hundir a drede hace ahora 500 años para quitar de la cabeza a sus hombres la posibilidad de retornar a Cuba. Para motivarles en la búsqueda de nuevos horizontes. -¿Están teniendo mucha suerte? -La suerte la convoca uno. Esto esta empezando los resultados nos están indicando donde buscar ahora los cascos. Esperemos encontrarlos el próximo año. Ojalá sea posible. -¿Por qué las anclas están orientadas al mismo punto? -Eso nos habla de la lógica marinera. De acuerdo a estas anclas la proa de los barcos mira al lugar de donde vienen las olas directamente. -¿Por qué es importante el proyecto? -En varios sentidos. Lo mas importante es estudiar los barcos. Son unas maquinas extraordinarias que contribuyeron de manera increíble a conocer el Nuevo Mundo. También es tocar nuestra historia directamente, ver los eventos a la luz de la cultura material. Otro es el de capacitar a los arqueólogos en diversas técnicas de geofísica y excavaciones. Porque no se han estudiado barcos del siglo XVI en México. Hemos registrado varios pero nunca estudiado. -¿Qué le ha parecido la noticia de que España se ha interesado por fin por participar más activamente? -Nos encanta la idea de seguir colaborando con España. En el proyecto tuvimos la colaboración de Ivan Negueruela, director del Arqua, y esperamos hacer el próximo año intercambios para fortalecer la educación y la cooperación. -¿Qué más se hallará en próximas campañas, dado que hay tantas anomalías aún por inspeccionar? -Definitivamente, ¡mas anclas! Y por supuesto ¡los cascos! -Cuando toca esas anclas de 500 años, ¿siente emoción personal además de satisfacción profesional? -Sin duda. Hay momentos en los que uno se maravilla y no puede creer que esta tocando el mismo objeto que los personajes de los que leemos. Es una gran emoción y un aliciente para seguir trabajando en esto. -¿México y España pueden revisar en conjunto su pasado gracias a este proyecto sobre Hernán Cortés? -Por supuesto, da pie a que la gente se cuestione como se posiciona ante la historia. Hay de todo, gente muy cerrada que tiene ideas muy claras y juicios de valor muy definidos. Esos me gustaría pudieran cuestionarse más, ver que la historia es mucho mas compleja. -Teniendo en cuenta la presión de los cazatesoros, ¿hasta qué punto cree es ahora es fundamental un proyecto internacional de buenas prácticas? Nos faltan referencias. -Sí, sería deseable un gran proyecto que involucre a los mejores y mostrar el camino como se viene haciendo. Cada proyecto que se hace bien, son puntos menos para los cazatesoros. -¿Podría ser el Juncal otro gran proyecto de cooperación científica internacional y buenas prácticas? -Sería increíble. Es un proyecto complejo, pero factible de llevarse a cabo. -¿Qué supondría? -Sin duda dejaría un precedente de colaboración para el gran patrimonio compartido entre nuestras naciones. -¿Qué le parece el concepto de «patrimonio común y compartido», qué potencialidades tiene? -Es un concepto lógico y cada día mas importante de fomentar, al final la humanidad es una y las fronteras son solo un momento en el devenir del mundo. -En Veracruz han innovado en el uso de magnetómetros para hallar las anclas, ¿verdad? ¿Qué papel concede a la tecnología en la arqueología? -Hemos utilizado tres simultáneamente para obtener resultados más precisos. Esta técnica no es nueva en ciencias geofísicas pero no era nada común en arqueología. Las herramientas nos ayudan mucho, pero son herramientas. La arqueología sigue siendo la misma. -¿Cree que la Arqueología subacuática será una de las mayores fuentes de innovación tecnológica aplicada a la cultura en los próximos años? ¿El hemisferio hispánico debía desarrollar una estrategia para mejorar su innovación ahí? -Supongo que se adaptará la tecnología a los fines arqueológicos. Pero sin duda los proyectos internacionales suelen ser claves en la transferencia tecnológica. -México es una referencia en el hemisferio por sus proyectos ya realizados y en marcha. ¿Cuál destacaría? -Muchísimos. En Acapulco investigamos las evidencias sobre el papel de esa ciudad en el comercio global con Asia desde el siglo XVI. En la selva Lacandona documentamos la construcción de una canoa tradicional ex-profeso para registrar el proceso desde la elección del árbol. Un saber que desaparecerá muy pronto… Hemos trabajado en una mina de ocre sumergida dentro de un cenote cerca de Tulum, donde se extraía este mineral que permitió el nacimiento del arte entre nosotros ¡hace más de 7.000 años! Intentamos estar en todo el país y abarcamos toda la historia, incluso la Revolución mexicana. Este año localizamos un cañonero que se hundió en combate en la contienda...