Solo dos opciones se antojan factibles para un nuevo ejecutivo en Badalona tras la abrupta caída del socialista Àlex Pastor
: la vuelta de Xavier Garcia Albiol, ganador claro de las últimas elecciones, o el retorno de Dolors Sabater (Guanyem Badalona en Comú), que necesitaría un frente común izquierdas y nacionalistas para mantener al popular lejos de la alcaldía. Ambos mostrar ayer sus credenciales. Y la pelota, una vez más, está en el tejado del PSC.
El cordón sanitario -como entonces lo bautizaron sus protagonistas - que desde 2015 deja el bastón de mando fuera del alcalde de Albiol se desplomó la noche del miércoles en la calle Consell de Cent de Barcelona. El alcalde Àlex Pastor era detenido tras protagonizar un incidente con una patrulla de los Mossos d’Esquadra que le había dado el alto cuando circulaba haciendo eses en pleno confinamiento. El socialista, visiblemente alterado y con claros síntomas de embriaguez, plantó cara a los agentes presumiendo de su condición de alcalde y se negó a someterse a un test de alcoholemia. Fue arrestado, pasó la noche en comisaría y ayer por la mañana compareció ante el juez. Lo hizo por videoconferencia desde dependencias policiales, siguiendo los protocolos vigentes por el Covid-19. Finalmente, quedó en libertad pero investigado por un delito contra la seguridad vial y otro atentado contra la autoridad.
Pastor anunció ayer mismo su dimisión. Se va de forma abrupta, como también había llegado en junio de 2018: gracias a una moción de censura, apoyada por el propio Albiol, con el que arrebató a Sabater la alcaldía. Ambos se apresuraron ayer a mostrar sus cartas. Albiol, que tachó de «auténtica vergüenza» el episodio protagonizado por Pastor, pidió al resto partidos «dejarse de experimentos» y permitirle gobernar como fuerza más votada en los comicios del 2019. El PP obtuvo entonces once concejales, muy por encima de Guanyem Badalona en Comú y de ERC, con siete cada uno. «No se puede articular ninguna mayoría alternativa a la candidatura que yo representé que no pase otra vez por un todos contra Albiol», recordaba. Pero eso es precisamente lo que quiere Sabater: encabezar «un gobierno de concentración y progreso» que inclusa a los socialistas. Eso sí, les avisó de que su liderazgo se había acabado.
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