Benjamin Black, en la mesilla de Javier Cercas

Confiesa Javier Cercas que él es un autor al que no le gustan los géneros, que las clasificaciones al uso no le valen a la hora ni de escribir ni de leer. Por eso, la curiosidad es doble para saber qué libros tiene más a mano en su estudio o en su mesilla de noche; hasta dónde le puede llevar ese eclecticismo o esa renuncia absoluta a los prejuicios. Y esto es lo que confiesa: «Ahora mismo, tengo aquí a mano ‘La frontera’, la tercera parte de la trilogía de Don Winslow sobre la guerra. También tengo a esta mujer, esta escritora que es la bomba, tengo todo lo suyo, Alice Munro; es una de las grandes autoras del momento. Además, estoy leyendo los ensayos de Wislawa Szymborska, cosas que escribió en la prensa. ¿Quién es mejor? Por otro lado, fíjate que caso tan curioso, el de John Banville, a quien conozco personalmente y es un gran escritor. Yo me pregunto constantemente: ¿quién es mejor, Banville o Benjamin Black, su alter ego? Esto no se lo puedo decir a él, pero, secretamente, creo que es mejor Black que Banville, porque Black te da cosas que Banville no te da, eso está claro. De hecho, compartimos editor en un momento, y nunca le he preguntado por qué se cambió de nombre, pero ahora me he dado cuenta de que, asombrosamente, hay gente que cree que existen los géneros mayores y menores. Banville yo pienso que lo hace por temor a que lo consideren así, porque es perfectamente consciente de que algunas historias que firma como Benjamin Black son superiores a las de sus libros serios, no tengo ninguna duda. Si me permite, es un poco lo que ocurre con este libro de ‘Terra Alta’, que hay que superar prejuicios». Acto seguido, Cercas confiesa que a él nunca se le ha pasado por la cabeza la posibilidad de firmar con seudónimo.