AMLO: prueba superada
Prueba (muy bien) superada. La reunión de ayer entre los presidentes de México y Estados Unidos, realizada en Washington, fue un éxito para Andrés Manuel López Obrador. Los gestos, los discursos, los primeros resultados hablan de que ambos mandatarios mostraron ganas de causar la mejor impresión a sus respectivos gobernados, y que trabajar juntos puede redundar en beneficios para todos, es decir, para los políticos y los ciudadanos.
Donald Trump marcó la diferencia entre los mexicanos que viven en México (aunque parezca verdad de Perogrullo) y los ilegales, a quienes el estadounidense califica con epítetos terribles. Una cosa es trabajar con México, parece decir Trump, y otra cosa es recibir a los que ilegalmente entran al país.
En contraparte, López Obrador demostró que puede hablar de frente con el presidente de Estados Unidos, y presentar las diferencias y las semejanzas de nuestra relación, sin generar un conflicto diplomático. Y el Viva México lanzado tres veces en la Casa Blanca resultó la cereza del pastel que disfrutará López Obrador por mucho tiempo. A final de cuentas el presidente mexicano nos dijo, con su visita de ayer a Washington, que no viaja a reuniones internacionales simplemente porque no quiere, y no porque no pueda, como pensábamos muchos.
Es cierto que hay muchas semanas de trabajo detrás de esta reunión, pero al final el premio es para ambos presidentes. Del lado mexicano hay, sin embargo, otro ganador, aunque sin medalla. Y ese ganador se llama Marcelo Ebrard.
Porque una reunión como la de AMLO y Trump implica muchísimas reuniones previas entre personal de Relaciones Exteriores (SRE) y sus contrapartes estadounidenses. Nada de lo que se hizo fue improvisado. Nada se quedó suelto. Para actos como este se discute y acuerda todo, desde la agenda, hasta el tema de los discursos. Los diplomáticos negocian horarios, protocolos, temas a tratar, invitados, mensajes a los medios y reuniones secundarias, es decir, en las que no participan los presidentes. Bueno, hasta los menús y vestimentas se acuerda con días de anticipación. Y todo ese trabajo es tarea de Marcelo Ebrard. Por eso la medalla al secretario.
Twitter: @baezamanuel