El Atlético tuvo una doble pelea, con el Betis y con el VAR, para sumar una sufrida victoria que les impulsa de manera matemática hasta la próxima edición de la Champions, objetivo mínimo e imprescindible de un equipo que se construye año a año en base a esa incertidumbre. O certeza, desde que Simeone hace uso y disfrute del banquillo rojiblanco.
Si el Betis, que no se jugaba nada en su visita a Madrid, se rebeló como un rival solvente que no le quitó la cara al partido, lo del VAR estuvo a punto de convertirse en película de terror. Dos goles anuló al Atlético en la primera mitad, y aún puso en duda el que si valió, obra de un Diego Costa que tocó con la cabeza y el hombro el balón que le puso Carrasco.
Para entonces el equipo colchonero estaba ya con diez por la expulsión de Mario Hermoso y parecía a merced del Betis. Han cubierto los verdiblancos una temporada discreta, pero con la permanencia sellada se soltó en su juego, luciendo palmito para Manuel Pellegrini.
El dueño del balón, con todo, fue el Atlético. No mostró el ritmo alto y la pulsión encendida de otras veces, pero aún así supo dominar. Bien plantado en el centro del campo y forzando las subidas de Lodi por el carril izquierdo, los muchachos de Simeone dieron vidilla al choque. El VAR comenzó a amargar la existencia de los locales anulando un gol a Correa, que marcó con un disparo a bocajarro tras varios rechaces en el área. El tiro llegó precedido por una mano de Llorente y el árbitro resolvió contra el Atlético tras acudir a visionar la jugada.
El Betis despertó entonces, estirando líneas y dando un par de sustos a la zaga rojiblanca. Aprovecharon los verdiblancos la debilidad de Trippier en el costado derecho. El inglés acabó marchándose a la caseta antes del descanso, quejándose de un dolor abdominal. Tampoco acabó el primer acto Guardado, que se retiró en el mismo minuto.
Antes, llegó un buen gol de Morata anulado también tras varios minutos de incertidumbre. Demasiados. El delantero aprovechó una gran asistencia de Koke para correr hacia la portería y culminar picando el balón por encima del portero, pero apenas unos milímetros invalidaban su posición en la salida. Las dos bofetadas del vídeo enrabiertaron aún más al Atlético, que lo intentó de nuevo antes del descanso con un disparo de Correa bien repelido por Dani Martín.
Aparece el cansancio
A la vuelta del vestuario Loren perdonó la ocasión más clara del Betis. A Simeone se le hinchó la vena del cuello y apostó a un triple cambio ofensivo, dando entrada a Costa, Carrasco y Vitolo. Al Atlético se le apreció, por primera vez desde la vuelta, cierto cansancio y lentitud en sus acciones.
Si los dos goles anulados no habían sido suficientes, el VAR aún tenía una broma pesada más para el Atlético. Una fea entrada de Hermoso a Loren le costó la roja directa al central. Las protestas llevaron al árbitro de nuevo al monitor, no fuera a ser… Pero esta vez no hubo cambio de decisión y el Atlético continuó el partido con diez.
Alexis hurgó en la herida metiendo fuego de artillería por la derecha, con Emerson y Joaquín ante un Lodi sin fuelle. El gaditano igualaba a Raúl como el jugador de campo con más partidos en la Liga y no tardó ni un minuto en ponerle el nervio que le faltaba alBetis. Pero el fútbol, caprichoso, le dio al Atlético esa oportunidad a balón parado que parecía su única salida. Costa, tan cambiado en este regreso, acertó con la cabeza y con el hombro.
El Atlético tuvo una doble pelea, con el Betis y con el VAR, para sumar una sufrida victoria que les impulsa de manera matemática hasta la próxima edición de la Champions, objetivo mínimo e imprescindible de un equipo que se construye año a año en base a esa incertidumbre. O certeza, desde que Simeone hace uso y disfrute del banquillo rojiblanco.
Si el Betis, que no se jugaba nada en su visita a Madrid, se rebeló como un rival solvente que no le quitó la cara al partido, lo del VAR estuvo a punto de convertirse en película de terror. Dos goles anuló al Atlético en la primera mitad, y aún puso en duda el que si valió, obra de un Diego Costa que tocó con la cabeza y el hombro el balón que le puso Carrasco.
Para entonces el equipo colchonero estaba ya con diez por la expulsión de Mario Hermoso y parecía a merced del Betis. Han cubierto los verdiblancos una temporada discreta, pero con la permanencia sellada se soltó en su juego, luciendo palmito para Manuel Pellegrini.
El dueño del balón, con todo, fue el Atlético. No mostró el ritmo alto y la pulsión encendida de otras veces, pero aún así supo dominar. Bien plantado en el centro del campo y forzando las subidas de Lodi por el carril izquierdo, los muchachos de Simeone dieron vidilla al choque. El VAR comenzó a amargar la existencia de los locales anulando un gol a Correa, que marcó con un disparo a bocajarro tras varios rechaces en el área. El tiro llegó precedido por una mano de Llorente y el árbitro resolvió contra el Atlético tras acudir a visionar la jugada.
El Betis despertó entonces, estirando líneas y dando un par de sustos a la zaga rojiblanca. Aprovecharon los verdiblancos la debilidad de Trippier en el costado derecho. El inglés acabó marchándose a la caseta antes del descanso, quejándose de un dolor abdominal. Tampoco acabó el primer acto Guardado, que se retiró en el mismo minuto.
Antes, llegó un buen gol de Morata anulado también tras varios minutos de incertidumbre. Demasiados. El delantero aprovechó una gran asistencia de Koke para correr hacia la portería y culminar picando el balón por encima del portero, pero apenas unos milímetros invalidaban su posición en la salida. Las dos bofetadas del vídeo enrabiertaron aún más al Atlético, que lo intentó de nuevo antes del descanso con un disparo de Correa bien repelido por Dani Martín.
Aparece el cansancio
A la vuelta del vestuario Loren perdonó la ocasión más clara del Betis. A Simeone se le hinchó la vena del cuello y apostó a un triple cambio ofensivo, dando entrada a Costa, Carrasco y Vitolo. Al Atlético se le apreció, por primera vez desde la vuelta, cierto cansancio y lentitud en sus acciones.
Si los dos goles anulados no habían sido suficientes, el VAR aún tenía una broma pesada más para el Atlético. Una fea entrada de Hermoso a Loren le costó la roja directa al central. Las protestas llevaron al árbitro de nuevo al monitor, no fuera a ser… Pero esta vez no hubo cambio de decisión y el Atlético continuó el partido con diez.
Alexis hurgó en la herida metiendo fuego de artillería por la derecha, con Emerson y Joaquín ante un Lodi sin fuelle. El gaditano igualaba a Raúl como el jugador de campo con más partidos en la Liga y no tardó ni un minuto en ponerle el nervio que le faltaba alBetis. Pero el fútbol, caprichoso, le dio al Atlético esa oportunidad a balón parado que parecía su única salida. Costa, tan cambiado en este regreso, acertó con la cabeza y con el hombro.