Senadores estadounidenses ofrecen un proyecto de ley para frenar los poderes de guerra de Biden después del bombardeo fronterizo en Siria e Irak
Dos senadores estadounidenses han presentado una legislación bipartidista para retirar la autorización de la Casa Blanca para el uso de la fuerza militar en el Medio Oriente, una semana después de que el presidente Joe Biden ordenara un ataque en la frontera sirio-iraquí.
El senador demócrata Tim Kaine y el senador republicano Todd Young encabezaron la medida del miércoles, que derogaría las Autorizaciones para el uso de la fuerza militar (AUMF) de 1991 y 2002 contra Irak.
En un comunicado, los senadores dijeron que el proyecto de ley es un esfuerzo para evitar el uso indebido futuro de las autorizaciones vencidas de la Guerra del Golfo Pérsico y de Irak, pero agregaron que «revocar estas autoridades no afectará las operaciones estadounidenses en curso para contrarrestar al ISIS (Daesh)».
La medida se produjo una semana después de que la administración de Joe Biden llevara a cabo su primera acción militar ilegal dentro de Siria para atacar las instalaciones de las Unidades de Movilización Popular (PMU) de Irak. El ataque mató a uno e hirió a otros cuatro.
«Los ataques aéreos de la semana pasada en Siria muestran que el Poder Ejecutivo, independientemente del partido, seguirá ampliando sus poderes de guerra», dijo Kaine. “El Congreso tiene la responsabilidad no solo de votar para autorizar una nueva acción militar, sino de revocar las viejas autorizaciones que ya no son necesarias”.
La representante estadounidense Ilhan Omar (D-MN) (L) habla con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-CA), durante un mitin con otros demócratas antes de votar sobre HR 1, o la Ley del Pueblo, en los Pasos del Este de los EE. UU. Capitolio el 8 de marzo de 2019 en Washington, DC. (Foto AFP)
Senador demócrata Tim Kaine (Foto de AP)
Dos senadores estadounidenses han presentado una legislación bipartidista para retirar la autorización de la Casa Blanca para el uso de la fuerza militar en el Medio Oriente, una semana después de que el presidente Joe Biden ordenara un ataque en la frontera sirio-iraquí.
El senador demócrata Tim Kaine y el senador republicano Todd Young encabezaron la medida del miércoles, que derogaría las Autorizaciones para el uso de la fuerza militar (AUMF) de 1991 y 2002 contra Irak.
En un comunicado, los senadores dijeron que el proyecto de ley es un esfuerzo para evitar el uso indebido futuro de las autorizaciones vencidas de la Guerra del Golfo Pérsico y de Irak, pero agregaron que «revocar estas autoridades no afectará las operaciones estadounidenses en curso para contrarrestar al ISIS (Daesh)».
La medida se produjo una semana después de que la administración de Joe Biden llevara a cabo su primera acción militar ilegal dentro de Siria para atacar las instalaciones de las Unidades de Movilización Popular (PMU) de Irak. El ataque mató a uno e hirió a otros cuatro.
«Los ataques aéreos de la semana pasada en Siria muestran que el Poder Ejecutivo, independientemente del partido, seguirá ampliando sus poderes de guerra», dijo Kaine. “El Congreso tiene la responsabilidad no solo de votar para autorizar una nueva acción militar, sino de revocar las viejas autorizaciones que ya no son necesarias”.
Estados Unidos causó una tensión considerable en Irak con el asesinato del alto comandante antiterrorista iraní, el teniente general Qassem Soleimani, y su camarada iraquí Abu Mahdi al-Muhandis, el subjefe de la PMU, cerca del aeropuerto internacional de Bagdad en enero del año pasado.
Las posiciones de Estados Unidos en Irak han sido atacadas varias veces desde el asesinato, que fue ordenado directamente por el expresidente estadounidense Donald Trump.
Según la Constitución de los Estados Unidos, el Congreso, no el presidente, tiene derecho a autorizar la guerra.
Young describió a las autoridades de guerra como «obsoletas» y dijo que el Congreso ha estado operando en «piloto automático» en las últimas décadas con respecto a la autorización del uso de la fuerza militar.
“El Congreso no debe rehuir este debate y espero trabajar con mis colegas en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado para promover esta importante legislación”, agregó.
El proyecto de ley también está copatrocinado por los senadores demócratas Tammy Duckworth, Chris Coons y Dick Durbin, así como por los senadores republicanos Mike Lee, Chuck Grassley y Rand Paul.
“Durante décadas, las administraciones de ambos partidos han mantenido estas autorizaciones en los libros para justificar la acción militar en la región sin regresar al Congreso para presentar su mejor caso legal sobre la necesidad de tal acción”, dijo Duckworth.
«Me enorgullece unirme a esta resolución bipartidista que derogaría a estas autoridades de guerra obsoletas y espero que podamos trabajar de manera bipartidista para abordar los poderes de guerra».
Otros miembros del Congreso han criticado en los últimos días a la administración Biden por la huelga realizada en la madrugada del viernes, cuestionando la legalidad de la medida.
«La acción militar, en un país donde el Congreso no ha autorizado la guerra, es inconstitucional en casi todas las circunstancias», dijo la congresista demócrata Ilhan Omar en un comunicado.
El senador demócrata Bernie Sanders dijo que los presidentes estadounidenses durante demasiado tiempo ejercieron una extralimitación militar con el pretexto de mantener a los «estadounidenses a salvo».
“El presidente tiene la responsabilidad de mantener a los estadounidenses a salvo, pero durante demasiado tiempo las administraciones de ambos partidos han interpretado a sus autoridades de una manera extremadamente expansiva para continuar la guerra. Esto debe terminar ”, dijo en un comunicado.
El senador republicano Rand Paul condenó «atacar a una nación soberana». También cuestionó si el presidente de Estados Unidos está autorizado para atacar Siria.
El año pasado, el Congreso de Estados Unidos aprobó una resolución para evitar que Trump librara una guerra contra Irán. La resolución, cuyo principal patrocinador era Kaine, fue vetada por Trump, quien la calificó de «muy insultante»