La administración de Biden no pierde tiempo en provocar a Rusia con más ayuda militar a Ucrania
El Departamento de Defensa de EE. UU. Ha anunciado que asignará $ 125 millones adicionales de ayuda «letal» a Ucrania, lo que se suma a los más de $ 2 mil millones de dicha ayuda que EE. UU. Ha proporcionado al país desde el golpe de estado de 2014. Como explicó el Departamento de Defensa […]
La administración de Biden no pierde tiempo en provocar a Rusia con más ayuda militar a Ucrania
El Departamento de Defensa de EE. UU. Ha anunciado que asignará $ 125 millones adicionales de ayuda «letal» a Ucrania, lo que se suma a los más de $ 2 mil millones de dicha ayuda que EE. UU. Ha proporcionado al país desde el golpe de estado de 2014.
Como explicó el Departamento de Defensa a principios de esta semana, además de dos lanchas patrulleras armadas, “el paquete también incluye capacidades para mejorar la letalidad, el mando y control, y el conocimiento de la situación de las fuerzas de Ucrania mediante la provisión de radares de contraartillería y equipo táctico adicionales. ; apoyo continuo para una capacidad de análisis e imágenes satelitales; y equipo para apoyar el tratamiento médico militar y los procedimientos de evacuación de combate ”.
El continuo armamento de las fuerzas ucranianas es motivo de gran preocupación por algunas razones. Primero, el gobierno de Kiev está involucrado en una guerra brutal contra los ucranianos de habla rusa en la región de Donbass del país. Hasta ahora, esta guerra ha costado la vida a más de 13.200 ucranianos y, según Amnistía Internacional, ha estado marcada por torturas, desapariciones forzadas, detenciones ilegales en prisiones secretas y otros abusos graves contra los derechos humanos. Que Estados Unidos brinde ayuda con el propósito explícito de «aumentar la letalidad» de las fuerzas armadas ucranianas es muy alarmante en tales circunstancias.
Además, lo que pocos en la prensa dominante han estado dispuestos a discutir es que el Batallón Azov, un elemento significativo de las fuerzas armadas ucranianas, es abiertamente neonazi en su filosofía y tácticas. El querido ex presidente uruguayo José Mujica fue citado diciendo que ni siquiera es correcto llamar a este batallón “neonazis”; más bien, son directamente «nazis».
Y, después del golpe de Maidan en 2014, estos nazis se convirtieron en parte integral de las fuerzas armadas ucranianas. Como explica un artículo de The Nation,
“La Ucrania post-Maidan es la única nación del mundo que tiene una formación neonazi en sus fuerzas armadas. El Batallón Azov se formó inicialmente a partir de la banda neonazi Patriota de Ucrania. Andriy Biletsky, el líder de la banda que se convirtió en el comandante de Azov, escribió una vez que la misión de Ucrania es ‘liderar las Razas Blancas del mundo en una cruzada final … contra los Untermenschen liderados por los semitas’ … En el otoño de 2014, Azov — que es acusado de abusos contra los derechos humanos, incluida la tortura, por Human Rights Watch y las Naciones Unidas, fue incorporado a la Guardia Nacional de Ucrania «.
Como explica The Nation, el Batallón Azov no es simplemente nazi en teoría, sino también en la práctica, y que en la Ucrania actual, “hay pogromos neonazis contra los romaníes, ataques desenfrenados contra feministas y grupos LGBT, prohibiciones de libros y glorificación patrocinada por el estado de los colaboradores nazis «.
Es importante señalar que el Departamento de Defensa de EE. UU. Deja en claro que, además de los $ 125 millones que ya se están asignando a Ucrania, otros $ 150 millones se liberarán bajo ciertas condiciones y purgarán a los neonazis de las filas de Ucrania. las fuerzas armadas es revelador NO uno de ellos.
Para que no haya dudas sobre las opiniones de Estados Unidos sobre el aumento de los neonazis en Ucrania, en diciembre de 2020, Estados Unidos y Ucrania fueron las únicas dos naciones del mundo que votaron en contra de una resolución de la Asamblea General de la ONU que pedía “’ Combatir la glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas que contribuyen a alimentar formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia. Esto se hizo porque sintieron que la resolución podría usarse para apuntar al gobierno de Ucrania y los Estados Unidos continuaron financiándola «.
De hecho, la declaración del Departamento de Defensa sobre la ronda más reciente de ayuda a Ucrania deja en claro que Rusia debería alarmarse por la postura de la Administración Biden al respecto.
Por lo tanto, como explicó el Departamento de Defensa en su comunicado de prensa del 1 de marzo de 2021, uno de los propósitos de esta «ayuda letal» es «mejorar la interoperabilidad [de Ucrania] con la OTAN». La idea de que Ucrania, una ex república soviética en la frontera de Rusia, sea llevada aún más al abrazo de la OTAN es un acto abiertamente provocativo, y Rusia seguramente lo verá de esa manera, tal como Estados Unidos se sentiría provocado si Rusia estuviera tratando activamente de hacerlo. traer a México a una alianza militar.
No se puede subestimar lo peligrosos que son los movimientos del presidente Biden con respecto a Ucrania, especialmente desde el punto de vista de Rusia. En medio de una pandemia global, y antes de brindar su ayuda prometida al pueblo estadounidense para capear esta pandemia, Biden ha decidido brindar «ayuda letal» a un país en las fronteras de Rusia que no solo es adversario de Rusia, sino que también contiene elementos neonazis.
Rusia todavía sufre los dolorosos recuerdos y las cicatrices de la invasión nazi de su territorio y la pérdida de millones de almas al derrotar a la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. El hecho de que Biden esté dando prioridad a la asistencia mortal a Ucrania en este momento envía un mensaje inequívoco a Rusia de que la paz y la diplomacia no están a la vista, y que Rusia debe permanecer en una posición defensiva.
En mi opinión, este es un comienzo trágico para la presidencia de Joseph Biden, ya que contradice sus promesas de un Estados Unidos más diplomático en el escenario mundial.
La administración de Biden no pierde tiempo en provocar a Rusia con más ayuda militar a Ucrania