Las ocurrencias presidenciales
Y de la nada el señor Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, sale con el disparate de querer regresar a las aulas a los niños antes de que termine el actual ciclo escolar, porque “ya es necesario”.
El carismático y ocurrente jefe del Ejecutivo Federal sigue en su burbuja buena onda donde todo lo que gira alrededor de él tiene que adaptarse a como él diga, sin importar que se trate de una pandemia mortal.
Esto es sencillo de entender, lo que nuestro sentido común nos dicta: México no está listo para reactivar las clases presenciales. No hay más.
Hasta el momento en el país no se han cumplido las metas de vacunación establecidas en el calendario de salud. Miles de adultos mayores continúan vulnerables. No se diga del personal médico, pues ellos mismos han evidenciado que un amplio sector todavía no tiene ni la primera dosis.
El argumento de las autoridades federales es que tienen que empezar a aplicar dosis a maestros y demás personal de las escuelas, desde intendentes hasta administración.
Caray, está más que comprobado que, si bien el virus no afectará a los maestros como lo pretenden -y de cierta manera los niños han sido menos afectados con los síntomas- estos sí pueden transmitir el virus entre sus familiares y con ello los contagios volverán a desbordarse.
Miles de familias carecen de vehículo propio, por lo que toman el transporte público que, es más que evidente, no se aplican las medidas sanitarias de rigor. Unos portan cubrebocas, otros no, y van con sobrecupo.
Asimismo, las escuelas deben realizar las adecuaciones necesarias para impedir los contagios. Sabemos que las aulas llegan a tener desde 30 hasta 50 o más alumnos.
Estamos en pañales en este tema, en el de la prevención. Si otros países de primer mundo están analizando regresar al confinamiento, ¿qué nos espera a nosotros que ya andamos más relajados que nada?
Ahí están las playas, como Miramar, donde se permitía una aforo máximo de 10 mil personas; pero inexplicablemente el domingo entraron 17 mil 500. ¿Cómo pasó eso?
Basta de ocurrencias y dedíquese, señor Presidente, a gobernar con inteligencia.
Podemos ver con temor lo que nos espera después de las vacaciones de Semana Santa y la contienda electoral que se avecina en algunos estados, pues sabemos que se puede repetir ese repunte de contagios de enero y febrero debido a las vacaciones decembrinas. _