Más allá de la música

Sesiones Vagabundas, el programa de entrevistas a destacados artistas del panorama musical cubano, en el que el cantautor Mauricio Figueiral se estrenó como director, llegó también a Telesur tras un exitoso recorrido por algunos canales de la televisión cubana.

A lo largo de 12 capítulos, este proyecto audiovisual le ha permitido al reconocido trovador poner en práctica sus conocimientos en la especialidad de dirección, derivados de sus estudios en la Facultad de Artes y Medios Audiovisuales (Famca), y ha logrado una puesta minimalista, en la cual la entrevista y la música orbitan alrededor de los invitados.

«La génesis de Sesiones Vagabundas proviene de la añoranza por compartir con el público esas canciones interpretadas en vivo, con la impronta del momento, y de paso conocer ciertas historias de la vida de nuestros artistas con una puesta totalmente naif y sincera», asegura quien antes se puso frente a las cámaras en calidad de conductor de Música Habana, del Canal Habana, bajo la dirección de Liuvar Losada.

«Estas sesiones vagabundas reivindican el espíritu que poseemos los cubanos de entablar una conversación sobre cualquier tema en cualquier esquina. Por ello, con cada entrevistado nos trasladamos a lugares públicos y poco convencionales: desde una azotea hasta la Plaza de la Catedral o el muro del malecón». De ahí que no extrañe que para la identidad se haya escogido su «polaquito» amarillo, que lo lleva a cada set.

Se trata de una propuesta audiovisual hecha con pocos recursos, de media hora de duración, en la cual intervino un equipo compuesto por «gente multifacética y con un talento increíble»: desde Emilio Polo, en el sonido, hasta Elvys Urra en la fotografía y Yuniel Mentado, en diseño y animación. Sobresale la asistencia de dirección de María Isabel Niebla y la producción ejecutiva de Liuvar Losada, así como el apoyo de Donato Figueiral y Claudia Barrero en la producción de estos «episodios» en los que Mauricio asume la conducción, la dirección, el guion y la edición.

«La mitad de los programas fueron filmados en tiempos de pandemia, aunque la producción comenzó en 2019. Cuando hay ganas y planificación responsable es posible entregar un producto que aporte y entretenga, aun en estas circunstancias. Los espectadores necesitan ratos de esparcimiento y reflexión, lo cual se puede lograr».

Cada salida de Sesiones Vagabundas se ha convertido en una oportunidad para abordar distintas aristas de la realidad de los entrevistados: desde su vida personal hasta temas relativos con el arte que realizan en Cuba, la economía y perspectivas de futuro para el desarrollo de la cultura nacional. Se trata de ver a Cuba a través de sus artistas.

Se realizó una introducción en un primer capítulo, en el que la música fue protagonista y parte esencial del relato que Mauricio Figueiral estableció con la complicidad del productor musical Marcos Alonso, el trompetista Tommy García y el percusionista David Hernández, personas que han tenido que ver con el desarrollo artístico del cantautor.

En lo sucesivo participan reconocidas figuras del arte musical cubano como el dúo Buena Fe, Alexander Abreu, los trovadores Raúl Torres, Polito Ibáñez, Adrián Berazaín y Gerardo Alfonso. También los reconocidos intérpretes Waldo Mendoza y Luna Manzanares, así como la diva del Buena Vista Social Club, Omara Portuondo.

«Para Omara compuse Lo que quise ser, una de las canciones más bellas de mi carrera, y se la regalé durante nuestro encuentro, en uno de los momentos más emotivos de la serie. Si bien cada entrevista posee un valor especial, fue sorprendente la edición con el actor Bárbaro Marín, con quien cerramos esta primera temporada, y que nos permitió descubrir a un artista polifacético con increíbles cualidades para la música que sorprenderán a los televidentes», expresa.

Sesiones Vagabundas ha supuesto para Mauricio una aventura, a la par que un reto profesional. Sin embargo, él no quisiera «que el público piense que me he convertido en un conductor de programas de televisión, pues respeto mucho las especialidades. Tan solo he sido un mediador en la conversación con estos artistas. Yo soy el mismo trovador de siempre», insiste.

Para la transmisión por Telesur fueron seleccionados ocho de los 12 capítulos, lo que evidencia el interés de la plataforma regional por mostrar las diferentes realidades culturales de la región. «Sin percatarme de ello, creo que mi programa tiene mucha cercanía con otro proyecto del cantante argentino Bahiano, MP3 Gira Latina, a partir del cual él recorría diversos lugares de América Latina en busca de artistas para contar sus historias y retratar la diversidad cultural del continente, vista desde la música, y en el que tuve la oportunidad de participar, mientras impartía clases en las escuelas del Cerro de Caracas en el año 2009», rememora.

Mauricio Figueiral es de los que opina que «hay mucho que decir y lo de menos es la envoltura. Aunque escaseen los recursos para llevar a cabo un proyecto, siempre podrá agarrarse un móvil y filmar». Y no conforme con el trabajo que realizó en Sesiones Vagabundas decidió desarrollar otro proyecto con el Canal Habana, esta vez para captar talentos escondidos entre el bosque frondoso de las redes sociales. Cantar en la ducha se nombra y busca trabajar con «apasionados de la música cubana» que no son profesionales.

«Me motivó el tráfico de información que se aprecia en las redes sociales, sobre todo en Facebook e Instagram, donde muchas personas publican, con diferentes resultados, videos cantando o bailando. Se me ocurrió entonces llevar a la TV este tipo de acciones espontáneas de la gente», explica el autor de Mal acompañada, Tu capitán, Flores de tequila…, responsable del espacio televisivo que puede sintonizarse los jueves, a las 9:30 p.m. por el Canal Habana y en su canal de YouTube.

El conductor de Cantar en la ducha explica que «más allá de la diversión, el programa buscar ser de utilidad para esas personas, por tal razón invitamos a la maestra de canto Robertina Morales. No es posible dar clases de canto en 12 minutos, pero sí se puede sembrar la curiosidad y las ansias de hallar información».

«Cantar en la ducha me ha dado la posibilidad de conocer a mucho talento con el que deberíamos seguir trabajando y lograr grabarles una canción de manera profesional, con los medios posibles, que pueda ayudarlos para que ese talento no se pierda. Así podríamos consolidar una cantera mayor que luego llene determinados espacios para aficionados en la ciudad», propone Mauricio Figueiral, cuyo camino al frente de proyectos televisivos apenas comienza.

Los entrevistados encuentran en Sesiones Vagabundas un espacio ameno de intercambio.