Kilos de sostenibilidad
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Mercado de Chamberí
invita a cruzar sus puertas para descubrir la calidad de su oferta de productos y servicios. Todo un referente de la ciudad de Madrid, que inició su andadura en 1876 y que tras una profunda reforma se inauguró en 1943. Setenta y ocho años de funcionamiento continuo que dan fe de su importancia y valía gracias a la gestión de la asociación de comerciantes que, con sus decisiones y consenso a lo largo de su historia, han sabido llevar al mercado a ser lo que es hoy.
Para ello, ha ido apostando por adaptarse y evolucionar bajo la demanda de los nuevos tiempos. Así, en 2016 realizaron una reforma para incluir en su oferta una plaza gastronómica amplia y diáfana al interior del mercado con mesas para compartir y consumir los platos elaborados por los ocho pequeños restaurantes que comparten espacio común. Sin perder la esencia del mercado ni llenar de mesas los pasillos, con esta reforma se revitalizaba y modernizaba la vida del mercado atrayendo al público más joven del barrio a un espacio donde los comerciantes, muchos de segunda y tercera generación, conocen a sus clientes por sus nombres, por sus padres o incluso por sus abuelos. Además, cuenta con un gimnasio en la planta superior en el que se conjuga el ejercicio de los más jóvenes con la gimnasia y rehabilitación de los niños y personas mayores, ya que cuenta con una pequeña piscina para estos menesteres.
Sostenibilidad ambiental
Recientemente, el mercado ha realizado una importante remodelación en sus instalaciones cambiando el suelo con nuevos materiales y la decoración del interior y exterior, dotándole de mayor frescura y modernidad, sin olvidar la importancia de la sostenibilidad ambiental. Así, en el parking propio, de uso exclusivo para los clientes y gratuito con una compra mínima, acoge un punto limpio de proximidad del Ayuntamiento de Madrid comprometiéndose con el reciclaje en el barro y, en un futuro próximo, contará con puntos de recarga rápida par vehículos eléctricos. Además, existe otro punto de recogida de aceites, gestionado por la asociación El Olivar, que desarrolla diferentes proyectos con personas jóvenes sin hogar, en situación de vulnerabilidad, apoyando su proyecto de inserción y acompañamiento laboral. Pero además, el Mercado de Chamberí también está desarrollando un proyecto de economía circular junto con la Universidad Politécnica de Madrid y auspiciado por la Dirección General de Economía del Ayuntamiento de Madrid, para aprovechar los residuos orgánicos y plásticos que diariamente se desechan. Un ejemplo de cómo tanto instituciones de la sociedad civil como los mercados municipales y las universidades públicas de Madrid pueden unir conocimientos y experiencia.
Productos ecológicos gallegos
Y experiencia, y mucha, es la que tienen todos sus comerciantes, que ofrecen en sus puestos los mejores productos, en los que se fomentan los productos de proximidad o ecológicos. «Somos del barrio y velamos por el barrio. Durante los últimos años hemos apostado y puesto en valor la proximidad, la calidad y la atención personalizada que ofrecen los mercados tradicionales frente a la competencia en precios de las grandes superficies; hemos hecho un gran esfuerzo económico en modernizar nuestras instalaciones para dar cabida a negocios y actividades relacionadas con la restauración, la salud y el ocio. Y estamos comprometidos, al mismo nivel que cualquier empresa de nuestro país, en la tarea de hace un mundo mejor y más sostenible», sentencia Juan Carlos Sevilla, gerente del mercado desde hace casi una década.
On line, más cerca
El mercado ha sabido mantener un equilibrio entre la tradición y la innovación, en 2019 fueron pioneros al inscribirse en la plataforma municipal de Mercado 47 que acerca el mercado tradicional a la venta online con reparto a domicilio. Todo un avance que durante el confinamiento le permitió responder a la demanda de alimentos, demostrando que «el pequeño comercio es muy grande, gracias a su poder de adaptación, a su esfuerzo y sus valores», deja claro Juan Carlos Sevilla.