Resucitan las cervecerías artesanales con nuevos locales y productos que copan góndolas
Las cervecerías artesanales resurgen y apuestan por el crecimiento del sector, tras el golpe que sufrieron durante el momento más crítico de la pandemia, que terminó con 120 fábricas y 450 comercios, de acuerdo a la Cámara Argentina de Productores de Cerveza Artesanal.
Superado el mal trago, en el sector aseguran que ya alcanzaron los niveles de venta prepandemia. Así, las principales empresas del rubro abren locales -que combinan franquicias y sucursales propias- y refuerzan su presencia en las góndolas, con el objetivo de consolidar la reactivación de la industria nacional, que tiene un amplio potencial de expansión.
La producción artesanal de cerveza en la Argentina da sustento a cerca de 6500 familias, en su mayoría son pymes, y emplea a más de 50.000 trabajadores en forma directa, según datos de la consultora Claves. Cerca del 95% de la bebida se consume en canales de venta on premise, es decir, bares, restaurantes y otros comercios gastronómicos.
Pero, pese a la proliferación de microcervecerías -emprendimientos que florecieron hace unos años con el boom cervecero- y la aparición de nuevas marcas, el segmento apenas representa el 3% del share total del mercado cervecero a nivel país, lo que significa una oportunidad para seguir conquistando a consumidores.
Con el cierre de los comercios, el fortalecimiento en la góndola, la venta directa por medio del e-commerce y la comercialización en negocios socios fueron estrategias que las cervecerías emplearon para paliar la caída de las ventas.
Así, lograron compensar la baja de la demanda en el canal gastronómico con formatos como lata, botella y growler, que aún hoy, con la normalización de las actividades, se siguen consumiendo. Al respecto, desde el sector supermercadista comentan que, desde el comienzo de la pandemia, la compra de cervezas en supermercados creció un 54% y el producto fue uno de los más requeridos, una tendencia que se sostiene en la actualidad.
Los planes de las cervecerías artesanales
Además de su brewhouse en el Hipódromo de Palermo, Rabieta cuenta con franquicias. La primera abrió a fines de 2019, en San Isidro. "Teníamos pensadas algunas más para 2020, pero el Covid-19 complicó todo. Tras un gran esfuerzo, la segunda abrió en agosto de 2021, en Ramos Mejía. Y acabamos de sumar otras dos: una tercera en La Plata hace dos semanas y una cuarta en Lomitas el viernes", cuentan desde la firma.
Montar una franquicia de la marca requiere una inversión inicial de u$s 300.000, con un repago estimado de 30 meses. "Antes de fin de año, vamos a abrir un Rabieta en Nordelta, pero no será una franquicia. Por el momento, no tenemos más franquicias planeadas para este año. No buscamos cantidad, sino calidad. Queremos estar en puntos estratégicos, pero no estar por estar. Buscamos sentirnos cómodos y que sean buenos bares para que el contacto con el cliente sea siempre una linda experiencia", explican.
En su planta de Pilar, Rabieta produce y envasa ocho estilos de cerveza que vende en latas y botellas, además de otros 20 que se ofrecen en las canillas de sus bares. "Al inicio de nuestra operación, el 50% de las ventas correspondían a latas. Hoy, el volumen está por encima del 70%.
"Ya estábamos en muchos supermercados y la pandemia nos hizo acelerar la distribución para llegar a puntos de venta que nos faltaban y así estar presentes en todo el país. Además, mejoramos nuestro canal de venta online, Craft Moments. Ayudamos a otras cervecerías artesanales a vender por la plataforma, cuyos productos se encontraban solo en bares, y les dimos una mano para que envasaran en nuestra planta, para seguir vendiendo y no frenar el ritmo de producción", describen.
Por su parte, Antares acaba de abrir seis sucursales y prevé sumar otras 10 durante el resto de 2022. Las inauguraciones recientes se encuentran en Pinamar, Mar de las Pampas, Chapadmalal, Nordelta y Bolívar. Se trata de aperturas que se postergaron por el contexto sanitario.
Asimismo, a fin de año abrió cuatro puntos de venta en Jujuy, Olavarría, Palermo y Parque Patricios, este último con el formato de 'container', un modelo de atención más pequeño que se lanzó en una plaza comercial de la zona.
"Todos los locales son franquicias, salvo el bár de fábrica que se encuentra en nuestra fábrica de 12 de Octubre, en Mar de Plata", aseguran desde la compañía.
En tanto, Growlers cuenta con siete locales, distribuidos en seis barrios de Capital Federal: Recoleta, Caballito, San Nicolás, Palermo, Belgrano y Chacarita.
Su plan de expansión previsto para 2022 contempla la apertura de tres franquicias, también ubicadas en la Ciudad de Buenos Aires. Los barrios donde la compañía analiza instalarse comprenden Villa Urquiza, Saavedra, Mataderos, Parque Chacabuco, Almagro y Núñez.
Montar una franquicia requiere una inversión inicial de u$s 60.000, con un recupero del capital a los 18 meses. "El socio inversor no asume la responsabilidad de operar el negocio, lo que abre las puertas a la posibilidad de entrar en la gastronomía sin un know-how previo. La gestión queda a cargo de la marca, al igual que la supervisión del día a día del negocio, para garantizar tanto la rentabilidad como la calidad", explica Manuel Miragaya, chef y socio de Growlers, un emprendimiento que nació hace cinco años.
Por su parte, Galpón de Tacuara busca afianzarse, tras cinco años de experiencia, que coronaron sus estilos con galardones nacionales e internacionales, como la Copa América de Cervezas y la Copa Argentina de Cervezas.
La marca tiene siete sucursales en distintos puntos del país, en Rosario, Tucumán, Villa Devoto, San Fernando, Escobar, General Pacheco y Belgrano. Estas dos últimas locaciones abrieron en lo que va de 2022. La de Pacheco es una tienda propia y la de Belgrano funciona como franquicia. Este formato cuesta entre u$s 120.000 y u$s 150.000, con un recupero de la inversión estimada entre uno y dos años.
"Además de los dos locales que se inauguraron, tenemos pensado abrir un tercer Galpón, pero aún no esta definido cuándo será ni dónde", explica Martín Gianella, socio de la empresa.
En tanto, Club de la Birra también abrirá una nueva sucursal en San Isidro. Según adelantaron desde la firma, se trata de un local propio, cuya inauguración está estipulada para mayo. Actualmente, cuenta con dos sedes, ubicadas en Caballito y Recoleta. También tiene otra en Belgrano, que funciona únicamente para delivery y take away.