Bodas de plata, bodas de sangre

Quinientos y pico días en una mazmorra, cuatro pasos hacia adelante, dos a la derecha, dos a la izquierda y cuatro de nuevo hacia atrás. Imagínense el tormento. Enterrado en vida. Más de año y medio con esa terrorífica rutina de 'paseo', temiendo que cada uno de esos 532 días fuese el último cuando sonaba la trampilla arriba y una de las cuatro hienas que le custodiaban bajaba la bacinilla con el comistrajo y el cubo para las heces. Mediten en ese interminable letargo de los minutos bajo una bombilla, pensando en la familia, en toda la vida arrebatada. Y luego, repuestos del espanto, observen ahora a los herederos de aquellas hienas convertidos en socios parlamentarios de quien manda ahora... Ver Más