La agricultura en Gaza: el bloqueo y la falta de agua significan empezar de cero constantemente
Tawfiq Shalouf tiene 60 años, es refugiado de Palestina de un pueblo ocupado de Beersheba y vive en el campamento de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
Tawfiq es responsable de 17 miembros de su familia. Perdió su trabajo como agricultor en el territorio Palestino ocupado en el año 2000, cuando comenzó la segunda intifada. Luego, continuó su pasión por la agricultura en Gaza, a pesar de que sea un camino muy difícil para obtener ingresos ya que la agricultura es uno de los sectores más afectados por el bloqueo.
"Uno de nuestros principales cultivos son los tomates porque toleran la salinidad del suelo y del agua.” Dice Tawfiq
En Gaza, el 97% del agua está contaminada. La falta de agua y de agua limpia para irrigar los alimentos suponen muchas dificultades para la población, especialmente para ganarse la vida.
La dureza del trabajo agrícola no viene aislada, se le suman las difíciles condiciones en que desarrollan su labor los agricultores y agricultoras bajo bloqueo israelí. Los quince años de bloqueo y de conflicto han dañado o destruido gran parte de las instalaciones, incluidos pozos, bombas, plantas desalinizadoras y de tratamiento de aguas residuales. Como parte de su política de asedio, Israel niega el comercio de insecticidas y fertilizantes con el enclave. A estos se suman los cortes constantes de electricidad y la falta de combustible.
La última ofensiva israelí contra la Franja de Gaza agravó el sufrimiento de los agricultores al quemar los cultivos agrícolas y las tierras en las que trabajan. “Después de cada guerra y de cada agresión, volvemos a empezar de cero" dice Tawfiq
Tawfiq cuenta que "recientemente ha nacido una preocupación por resolver los problemas del agua. La puesta en marcha de proyectos de desalinización de agua ha ayudado a mejorar la producción agrícola. Se han podido plantar más cultivos como pepinos, melones, sandías y fresas. Buenos productos que compiten en el mercado.”
El norte de la Franja de Gaza es un lugar perfecto para cultivar fresas debido a su clima cálido durante el invierno. Se considera que la fresa es una fruta fundamental para la mayoría de los agricultores de la ciudad de Beit Lahia, y uno de los cultivos más importantes de la economía de Gaza. Da empleo a cientos de mujeres y hombres lo que significa ingresos para ellos, ellas y sus familias.
Arafat Hamdoun tiene 29 años, es un agricultor palestino de la ciudad de Beit Lahia.
“Los agricultores del norte de Gaza, en particular, que cultivamos fresas colgantes y molidas, sufrimos varios obstáculos, como los altos precios de los fertilizantes y de los tratamientos para los árboles que eliminan las plagas que dañan a las plantas.”
A pesar de todas estas luchas y duras condiciones de vida, los agricultores palestinos de Gaza siguen reclamando y exigiendo financiación y medidas para tener un mejor encuadre, además de la necesidad de poner en marcha muchos proyectos y programas para apoyar a los agricultores y agricultoras de la Franja.