El Gobierno se mueve entre la presión y el incentivo para que el campo exporte
El presidente Alberto Fernández y varios funcionarios discuten analizan algunas medidas, luego de una nueva jornada muy caliente para el dólar. Se estima que el agro sería el eje de las conversaciones.
El Gobierno alterna entre la presión y el incentivo para que el campo comience a liquidar la soja. La disyuntiva va desde un lado al otro; si darle "palo o zanahoria". El Frente de Todos maneja ambas alternativas, sin que ninguna se termine de imponer, producto de las fuertes internas que hay hoy dentro de la coalición.
La obsesión por el dólar y la necesidad de hacer algo distinto
Esta tarde se reunieron en la Casa Rosada para definir si el camino será el de los palos o las zanahorias. Alberto Fernández, Silvina Batakis, Miguel Pesce, Santiago Cafiero (canciller) y Vilma Ibarra (Secretaria Legal y Técnica) analizan los pasos a seguir.
Al 13 de julio pasado, los productores habían exportado el 46,4% de la producción estimada, contra 54,5% del año pasado. Se trata, según cálculos de la consultora Ecolatina, de unos u$s 13.000 millones que se encuentran inmovilizados.
internas y falta de dólares
Ante ese escenario, cruzado por la desesperante falta de dólares en el Central, en el Gobierno estudian dos vías para apurar la venta. Cada opción representa los perfiles y miradas que conviven tensamente dentro del frente oficialista.
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El albertismo, con los ministros Silvina Batakis y Julián Domínguez a la cabeza, se inclinan por la opción de implementar un desdoblamiento del dólar específico para el campo. El jueves por la noche tanto Economía como el BCRA negaron la existencia de un plan en este sentido, aunque fuentes oficiales confirmaron a El Cronista que este proyecto circula con fuerza, y que fue analizado por Fernández.
Se trata de un acercamiento sectorial del dólar oficial a los paralelos, para de esta forma estimular la comercialización. Una táctica parecida a la anunciada para los turistas extranjeros. Pero existen resistencias internas.
El presidente del Banco Central y amigo radical del Presidente, Miguel Pesce, se resiste. Se trata del primer roce en una relación que parecía armoniosa entre Batakis y Pesce. El cristinismo también rechaza esa alternativa.
Desde Juan Grabois hasta la senadora Juliana Di Tullio arrancaron una campaña de presión vía redes sociales. "¿Por qué se tolera que haya miles de silobolsas tiradas en las estancias pujando por una devaluación mientras el Pueblo pasa hambre? ¿La presión por ganar más es legítima y la presión por sufrir menos es ilegítima?", tuiteó Grabois, el jefe del Frente Patria Grande.
Di Tullio se sumó en una línea similar y publicó en su cuenta de Twitter un video en el que se muestra una gran cantidad de silobolsas, con leyendas que hacen referencia a la Ley de Abastecimiento, la Ley de Emergencia Alimentaria y la Ley de Emergencia Económica.
Paradojalmente, esa procrastinación (marca de estilo albertista) empuja a demorar aún más la liquidación de soja, maíz y trigo. "Cualquier rumor o percepción sobre ofrecerles un dólar más alto en el corto plazo (desdoblamiento, devaluación abrupta) te restringe la oferta de agrodivisas, y, a la vez, es esa propia demora la que genera las condiciones para aumentar la expectativas de devaluación, retroalimentando el proceso", explica el economista Santiago Manoukian.
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Mientras tanto, se confirmó que Batakis viajará a Estados Unidos para reunirse con funcionarios del Fondo Monetario Internacional, aunque todavía no hay fecha confirmada.
Incluso, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, estuvo reunido con Julio Vitobello, secretario General de la Presidencia, ayudando con la agenda de Batakis en Estados Unidos.