Tras las vacaciones estivales, una de las tareas pendientes antes que finalice el año es aprobar los presupuestos del siguiente ejercicio. En ello es en lo que está trabajando el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina , que ha adelantado este lunes que el techo de gasto de Castilla-La Mancha para 2023 se aprobará en el Consejo de Gobierno de la próxima semana y, según las estimaciones de ingresos, será de en torno a los 7.500 millones de euros, como en el ejercicio anterior. Así lo ha anunciado Juan Alfonso Ruiz Molina, quien tras reunirse en el Palacio de Fuensalida con el presidente Emiliano García-Page , ha asegurado que «a pesar de ser año electoral, va a primar en las finanzas públicas el rigor y la responsabilidad». Ese techo de gasto también incluirá, según ha informado, una reducción «importante» de la apelación al endeudamiento de en torno a un 70%, «sabiendo además que las reglas fiscales de la Unión Europea están suspendidas». Noticia Relacionada estandar No Castilla-La Mancha recibirá en 2023 la mayor cifra de su historia del sistema de financiación autonómica ABC Castilla-La Mancha ha recibido en los cinco años del Gobierno de Pedro Sánchez un 33,6% más de recursos que en los últimos cinco años de Mariano Rajoy Ha recordado además que las comunidades autónomas tenían una recomendación de no superar en 2023 un déficit del 0,3% del PIB (Producto Interior Bruto). «Nosotros nos vamos a ceñir a ese porcentaje», ha afirmado el consejero, que se ha referido así a la petición que les hizo la ministra de Hacienda, María Jesús Montero , en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera . «Lo hemos valorado desde el punto de vista de la oportunidad a corto, medio y largo plazo, teniendo en cuenta las decisiones que está adoptando el Banco Central Europeo de incrementar los tipos de interés, que lógicamente afecta a todos aquellos que pedimos préstamos», ha manifestado Ruiz Molina, que ha indicado que no solo están preparando el ejercicio presupuestario de 2023, sino también el de los próximos años. «Por ese motivo, el presidente no está preocupado tanto por el 2023, sino por los años sucesivos, 2024 y 2025, y su interés es también que, desde el punto de vista del endeudamiento, fuéramos muy restrictivos. Clases de ortodoxia financiera me las da a mí García-Page, antes que dárselas yo a él», ha subrayado. El responsable de Hacienda y Administraciones Públicas ha informado asimismo al presidente regional de cómo van las reuniones bilaterales de su departamento con el resto de consejerías para perfilar los presupuestos para el 2023. Para cuadrar las cuentas, ha explicado que hay que incluir tanto las previsiones de ingresos como las subvenciones finalistas procedentes del Estado, de la Unión Europea y de los fondos de recuperación . «Desde el cumplimiento de los compromisos que hemos adquirido tenemos que seguir atendiendo a los diversos sectores productivos y a las familias en un ambiente de máxima incertidumbre económica y geopolítica, pero tenemos la garantía del gobierno que la crisis se está afrontando con mayor gasto público», ha destacado el consejero. Por eso, ha señalado que en los presupuestos de 2023 habrá un «reforzamiento de los servicios públicos porque es el principal instrumento para la cohesión social y, desde luego, nos ha servido para ver durante la pandemia los buenos resultados que ha tenido en Castilla-La Mancha». La transición ecológica, la transformación digital y el reto demográfico son otros de los objetivos apuntados por Ruiz Molina para las cuentas para el próximo ejercicio fiscal, financiados principalmente con los fondos europeos de recuperación, además de la generación de riqueza y empleo, que son otros de los compromisos adoptados por el Gobierno de García-Page en su segunda legislatura. Preguntado por la posibilidad de una reducción de impuestos y tasas, el consejero de Hacienda ha dicho que habrá una «congelación de la presión fiscal». De hecho, ha destacado que «Castilla-La Mancha es una de las comunidades autónomas que menor presión fiscal hace soportar a sus ciudadanos», compromiso que adquirió el gobierno con los empresarios y los sindicatos. Del mismo modo, respondiendo a las demandas del Partido Popular de Castilla-La Mancha de reducir el tramo autonómico del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas), cree que «el PP defiende a las rentas más altas y su propuesta beneficia a quien más dinero tiene, mientras que nosotros intentamos compensar a través del gasto público a aquellos cuya capacidad económica es menor». Para concluir, Ruiz Molina ha vuelto a recordar el lema repetido en varias ocasiones por el presidente García-Page y por los miembros de su ejecutivo de «no vamos a dejar a nadie atrás».